(6) Sin aliento

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Isis estaba programada para realizar varias pruebas no invasivas, como radiografías y ecografías, y sacar sangre. Me valoro las constantes vitales y otras determinaciones. Iba actuando con mucha profesionalidad. Incluso, no me enfocaba con sus lentes, parecidos a los humanos, cuando me quite la ropa. Se la había programado así por respeto a los usuarios y evitar que los pervertidos internautas pudieran piratearlos. Aunque, esos podían acceder a cualquier circuito de internet, o de video-vigilancia y violar tu privacidad.

Las máquinas cada vez tenían más prestaciones y creía que llegaría un día que se convertirían en personas, con sentimientos. Incluso superar la inteligencia humana. La realidad podría superar la ficción. Lo que me daba miedo era el uso que de ellos. Bien y mal siempre andarían juntos.

Tras la revisión de salud, me indico ejercicios que debía de realizar cada mañana. Básicamente abdominales, estiramientos y tipo de alimentación. Seguidamente, me proporciono mi uniforme de entrenamiento. Un simple pantalón negro, una camisa con cremallera azul marino y una S roja en el lado izquierdo, muy discreta. Las botas que debía de llevar eran parecidas a las que usaban los policías o los militares.

- El uniforme le queda muy bien. Esta guapa.- Me sonroje con aquel comentario.- No se ruborice, sólo es un cumplido. Espero que no se sienta ofendida.

- No se preocupe Isis. Me ha ayudado a disminuir un poco la tensión.- Me reí, estaba algo nerviosa. Seguía sin apetecerme obedecer a Lena y su programa de entrenamiento. ¿Por qué se preocupaban tanto por mí si era una asesina? Y otras cuestiones surgían, porqué se me quería entrenar y qué se dedicaban aquella gente. ¿Había más gente detrás? ¿Mi instructora era la jefa?

- Winn tiene la culpa. Le gustan demasiado las mujeres.- Declaro a modo de disculpa.

- ¿Es quién te ha programado?

- Sí. Es el jefe de comunicaciones, un brillante informático. Ya lo conocerás.- Me extrañaba que me dará tanta información. Debía de tener unos límites. Determine, probar hasta que punto estaba programado.

- ¿Y qué tipo de organización es esta?

- Yo sólo soy un simple asistente para los nuevos reclutas. No conozco el resto de tareas.

- Muchas gracias Isis. Por último, la Señora Luthor debe de ostentar un alto cargo...

- Es la mano derecha del jefe de sección tres, el Señor Jon. Se dice que será su sucesora. Pero por encima de él hay la Señora Astra.- Alucine por la cantidad de información que almacenaba, a pesar de estar programada por unas tareas rutinarias. Seguramente, el informático le había incluido datos extra. Descarte que fuera fruto de evolución. Aún no se habían descubierto los mecanismos de aprendizaje complejo.

- Otra vez gracias.

- Winn siempre añade un mensaje extra para los novatos. Intenta no realizar demasiadas preguntas, no les gusta. Ver, escuchar y actuar.

- Creó que me encantará conocer a ese genio.- Le fui sincera, pues ya me caía bien por desafiar a la sección.

- Vamos, debo de acompañarte al gimnasio. Lena no tolera la impuntualidad.- se abrió la puerta, que me parecía la compuerta de una nave espacial. Accedimos a un pasillo, no muy ancho, de metal grisáceo. El suelo estaba cubierto por moqueta, para atenuar ruido de los zapatos. Deseaba ver ventanas y poder contemplar el sol.

La ruta me pareció muy larga. Todos los sitios que anduvimos eran idénticos. Había muchos desniveles, largas escaleras. Nos cruzamos sólo con un par de personas, que nos saludaron secamente. Iban con ropajes sobrios. A penas me miraron. La iluminación era tenue y tampoco pude estudiar bien su rostro. Al fin, llegamos a la sala de entrenamientos. Una gran sala rectangular, con el suelo más blando, pesas, barras laterales, un palco de boxeo, bicicletas estáticas... Pero ninguna ventana.

Hermosa y letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora