¿¡Mis hijos!? (Tom Holland y Tu)

Capitulo 4

—No, tranquilos. No voy a hacer eso—les dije—Pero... necesito contactarme con ___.

—No—gritan los niños rápidamente. Yo los miro con el ceño fruncido.

—Ella no quiere hablar contigo—dice Nick.

— ¿Por qué?

—Porque... te odia—Alex mira mal a su hermano.

Yo los miro confundido e incluso dolido por escuchar eso.

— ¿Y eso por qué?

—No lo sabemos. Cuando le preguntamos nos dice "Él sabe bien porque" —dice Nick.

Claro que tiene razones para odiarme. Pero no entendía por qué me afectaba tanto.

—Okey—es lo único que digo—Y ¿No puedo hablar con algún otro familiar de ustedes?

—No—vuelen a decir rápidamente. 

—Mi tío Dylan esta con mi mama y no sabemos el numero de los abuelos—dice Alex—Solo nos dijeron que nos quedáramos contigo por 2 meses. 

¿¡2 meses!? 

¿¡Debo cuidarlos por 2 meses!? 

¿En que estabas pensando,____? ¿Como esperas que los cuide por 2 meses, cuando apenas me entero que existen, y ademas con la filmación de mi película? ¿Como esperabas que  reaccionara?

Apenas puedo cuidarme a mi mismo, y tu me los envías para cuidarlos.

— ¿Dónde nos quedaremos? —dice Alex.

Yo los miro algo desesperado.

Dios ¿Ahora qué hago?

Mire a Harrison algo alarmado, este solo se encogió de hombros.

—Yo... vengan conmigo—los guio hasta mi dormitorio— ¿Pueden quedarse aquí un momento? Debo hace algo.

Ellos asiente y yo salgo rápidamente del cuarto.

— ¿Y ahora qué hago?

—Llama a David.

— ¿Estás loco? David va a matarme.

—Pero sabrá que hacer con todo esto.

Harrison tenía razón. David sabía como resolver este problema.

Suspire y mire el cuarto donde se encontraban... mis hijos.

—Está bien, llámalo.

Nick y Alex.

— ¿Por qué le dijiste que lo odiaba? —Le reclama Alex a su hermano.

—Fue lo primero que se me ocurrió, para que no quisiera hablar con ella.

Alex rueda los ojos. Estaba sentado en la cama de Tom, su padre.

—Creí que sería diferente.

—Yo igual. Creí que se vería como un anciano aburrido—dice Nick y sonríe—Me agrada.

—Solo espero que llegue a querernos. —Dice el pequeño Alex esperanzado y luego saca un teléfono de su mochica—Ven.

Nick se sienta a su lado y Alex llama.

—Hola tío Dylan—dicen ambos cuando les contestan.

—Hola mis campeones—dice el hombre alegremente— ¿Ya se instalaron?

—Si tío. Nuestro cuarto es enorme—dice Nick mirando el enorme cuarto de Tom.

— ¿Y tú ya llegaste a Turquia? —le pregunta Alex.

—Sí, mi avión acaba de aterrizar. Justamente iba a llamarlos, me ganaron—los niños ríen— ¿Y cuando juegan el primer partido? ¿Qué les dijo su entrenador?

Los niños se miran nerviosos.

—Dijo que será mañana. Y que ahora debemos descansar—inventa Alex.

—Okey, me alegra mucho que están bien. Los dejare descansar pero no olviden llamar también a sus abuelos ¿Escucharon?

—Si tío. —dicen los dos niños.

—Bien, adiós. Los quiero—se despide el hombre.

—También nosotros—dicen al mismo tiempo y cuelga.

Se lanzan una mirada aliviada y cómplice.

Hasta ahora el plan había salido a la perfección y habían logrado conocer a su padre.

Solo esperaban que nada salga mal, si no estarían en un serios problema.