El Lobo Blanco | Min Yoongi | Omegaverse

Capítulo 3

El día había llegado, Haneul se despertó sudando, una horrible pesadilla había irrumpido en sus sueños. Tomo el celular y marco a llamar lo más rápido que pudo.

- ¿Haneul? – Escucho del otro lado de la línea.

- ¿Sra. Min? Pensé que había llamado a Yoongi. – Dijo viendo la pantalla de su celular, efectivamente había llamado al peliblanco.

- Oh si cariño, es que su lobo se presentó, Yoongi está teniendo fuertes dolores en estos momentos... ¿Haneul? ¿Cariño estas ahí?

Haneul se cambió lo más rápido que pudo, salió corriendo de su casa ignorando los gritos de su padre que la llamaba desesperado. En su mente solo se repetía que Yoongi no se estaba sintiendo bien.

Llego a la casa de los Min y toco insistentemente la puerta, si hubiese estado en sus 5 sentidos, hubiese sabido que eso estaba mal, ¿Cómo podía tocar tan fuerte la puerta de la casa de alguno de sus amigos?

- Haneul ¿Qué paso? – Pregunto el hermano mayor de su amigo, pero la chica no podía ni siquiera hablar, subió corriendo las escaleras ignorando al hermano de Yoongi, que le decía que debía esperar.

Podía sentir su esencia, podía sentir a su lobo rasgar su interior, necesitaba estar con Yoongi, necesitaba estar con su lobo.

Alfa y Omega deben estar juntos.

Abrió la puerta de la habitación de Yoongi, la madre de este se levantó en un brinco del lado de su hijo.

- No creo que sea buena idea que estas aquí Haneul, Yoongi...

- Déjenos solos. – Dijo Haneul, aunque su voz había sonado completamente diferente a como ella hablaba normalmente.

La mujer bajo la cabeza y salió casi corriendo de la habitación de su hijo.

- Haneul, Yoongi está mal... - El hermano de Yoongi estaba en la puerta de la habitación, su madre lo tomaba del brazo tratando de llevárselo.

- Dije que nos dejaran solos. – Dijo Haneul aspirando un poco más del olor que desprendía Yoongi.

- Pero...

- Hyung, déjennos solos. – Esta vez fue Yoongi quien hablo desde su cama.

Los dos mayores por fin se fueron dejándolos solos en aquella habitación, en donde sus esencias se mezclaban.

Haneul se acercó más a la cama, se sentó y comenzó a acariciar el rostro de Yoongi, el cual cerro sus ojos con aquel contacto. Pasaron unos cuantos segundos, Yoongi se movió dándole espacio a Haneul para que se recostara junto a él.

La castaña acariciaba las hebras blanquecinas de Yoongi, y este buscaba el cuello de la otra para poder seguir oliendo aquella deliciosa esencia que aliviaba sus males.

- Chocolate. – Dijo el mayor con una sonrisa en su rostro.

- Vainilla. – Dijo Haneul pegando más a Yoongi a su cuerpo, respirando su olor. – Manzana.

- Canela. – Volvió a hablar Yoongi embriagándose más con el olor. – Y... - Pego su nariz al cuello de la chica provocándole cosquillas pero no lo aparto. – Piña.

- Amo el coco. – Dijo Haneul, Yoongi se separó un poco viéndola a los ojos. No saben cuánto tiempo duraron de esa forma, segundos, minutos, tal vez horas, no importaba en esos momentos.

- Así que eres mi Alfa. – Rio Yoongi abrazando a Haneul.

- Aun puedes cuidarme. – Dijo la castaña, recibiendo un corto beso por parte de Yoongi.