Como cada noche Tom llego temprano al invernadero trece, solo se oía el ruido de hojas secas crujiendo bajo sus pisadas, el silencio y la oscuridad cubrían el lugar.
- lumus. - susurro apuntando al la puerta del invernadero, se veía abandonado y sucio, las plantas estaban marchitas y los cristales rotos. Anastasia no estaba ahí cosa que le resulto extraña. Aunque Tom no lo admitiría jamas pero le agradaba llegar temprano, sentarse afuera y escuchar aquella música exótica en algún idioma que el no lograba comprender que emitía el aparato muggle, en el orfanato nunca le habían permitido tener uno y en Hogwarts técnicamente no deberían funcionar, pero Anastasia se las había arreglado para modificado mágicamente. A veces también le gustaba espiar a la chica, que ademas de flotar en el aire realizaba algunos hechizos curiosos con las plantas que eran dignos de ver.
Tom se decía a si mismo que solo tenia curiosidad por aquella chica extraña y que deseaba su confianza para luego apropiarse del guardapelo de Slytherin, pero la verdad era que poco a poco se estaban acostumbrando a la compañía del otro. Ademas de sus sesiones de duelo, a veces solían estudiar en la biblioteca y hacían la mayoría de las rondas de prefectos juntos, no hablaban mucho, pero de otra manera Tom se sentiría abrumado. Todo el mundo sabia que el odiaba que le hagan preguntas personales y que la única respuesta que podrían obtener de el seria un insulto o una maldición, tal vez esta era la razón por la que la chica no hablaba demasiado, o tal vez por que era un alma amargada como el mismo Tom, el no estaba seguro.
Pasaron varios minutos hasta que la sombra de Anastasia apareció de entre los arboles, envuelta en una gruesa capa de lana azul, tenia los ojos llorosos e hinchados y el cabello despeinado.
- Lamento llegar tarde. - susurro con voz debil.- Se que no es de mi incumbencia Goodrich. - Dijo Tom mirándola con fingida preocupación. - pero ¿que te sucede?
- Nada es solo que mis compañeras de Ravenclaw me desprecian y destrosaron mi baúl....
- Tom rió.- Ese no es un motivo para llorar y llegar tarde Goodrich.
- Sabes... por un momento creí que ibas a consolarme, pero eres realmente un idiota insensible Riddle.
- Si hubieses quedado en Slytherin no te pasarían estas cosas, ademas como es que tu novio ese tal Copper, no te defiende de tus malvadas compañeras. - dijo Tom con malicia.
- No se puede tener una conversación normal con tigo. - dijo la chica buscando su varita - y ademas Collin no es mi novio. - susurro lanzando de improviso el primer hechizo. - ¡Y no necesito que me defiendan!
Tom no tardo en reaccionar, estaba furioso, esta vez no iba a dejar que Anastasia lo humillara de nuevo, empleaba todas sus fuerzas para atacarla. No iba a negarlo la castaña era excelente, aunque no dejara ver su talento en clases, Tom descubrió que algunas veces fallaba en ejercicios a propósito, era evidente que no quería llamar la atención mas de la cuenta.
- Desmaius. - bramo Tom cegado, estaba seguro de que ella iba a desviar el hechizo pero no lo hizo, un rayo de luz roja impacto directamente en su cuerpo y se desplomo en el suelo. El sonrio.
- No eres tan buena después de todo... - se burlo. pero no obtuvo respuesta.
- Goodrich.... - susurro acercándose, ella no respondió, tenia los ojos cerrados y parecía inconsciente . - Anastasia... - dijo sacudiéndola primero suavemente y luego con fuerza. -¡ Por Merlín despierta!
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El único amor de Tom Riddle
FanfictionEl único amor de Tom Riddle (Reescrito*) El reloj me recuerda lo humano que soy, mi subconsciente me pide a gritos la inmortalidad, y mi astucia, me conduce cada vez más cerca del éxito... pero hay algo más...es un dolor amargo en el pecho, una voz...