La primera impresión de Tom fue que "el castillo" no eran mas que un monton de ruinas, similares a una piramide, esta estaba cubierta de escalones mohosos y estatuas destruidas, lo que lo hizo verse visiblemente decepcionado.
- ¿Que clase de lugar es este? - le pregunto a Anastasia con recelo.
- No tengo idea...
-¿Que esperan? Hay que subir. - grito su guía adelantándose.
Después de una ardua caminata que los dejo completamente agotados y sedientos lograron llegar a la cima. Anastasia emitió un grito de emoción cuando la espesa niebla que los embolvia se disipo y dejo ver un deslumbrante castillo aun mas impresionante que Hogwarts.
Tom por su parte estaba muy concentrado apuntándole con su varita a unos extraños seres peludos que habían surgido de la nada y los miraban amenazantes .
- Oh esos son caiporas. - explico João. - protegen al castillo y a las criaturas que viven en la isla, solo no se fíen de ellos, les encanta hacer travesuras.
Anastasia le tradujo la información a un irritado Tom, mientras João tocaba la puerta principal del castillo con su varita, esta se abrió con un fuerte chillido, revelando un vestíbulo amplio y luminoso, las paredes y piso eran de un blanco brillante, lo que le daba un aire elegante y fresco. João los conduzco por una de las tres escaleras, las cuales estaban cubiertas con alfombras azules tan brillantes que a Tom le dolieron los ojos.
En su trayecto se encontraron con varios estudiantes que iban y venían, estos los miraban curiosos y cuchicheaban entre ellos, algunos incluso señalaban a Anastasia sin pudor.
- Al final del pasillo esta el despacho de la directora Benedita Dourado. - Explico su guía señalando un curioso corredor de techos vidriados y las paredes repletas de exóticas plantas mágicas. - Sera mejor que entres tu sola Anastasia Goodrich.
-¿Y que hay de Tom? - pregunto sintiendo como este la miraba impaciente.
- Me encargare de encontrarle alguien que hable ingles y le muestre el castillo.
El pelinegro acepto gustoso, estaba ansioso por explorar Castelobruxo.
Tom comenzaba a sentirse impaciente, habían pasado al menos cinco horas desde que el y Anastasia habían tomado caminos diferentes dentro de aquella extraña escuela de magia. En el proceso el ya había cambiado de guía dos veces y se sentía físicamente agotado.
Para su grata sorpresa el lugar contaba con un serpentario, una enorme Instalación en la cual se mantienen artificialmente las condiciones de hábitat adecuadas para la cría de serpientes. Por desgracia le era imposible hablar parsel, ya que su nuevo guía no le quitaba los ojos de encima y tampoco paraba de hablar, con un horrible acento ingles, según Tom, le había contado tantas cosas sobre el colegio que bien podría escribir un libro informativo.
- ire a buscar a la señorita Goodrich - lo interrumpió.
- ¿No desea ver los jardines primero? - Pregunto el joven que según la insignia que portaba debía ser alguna especie de prefecto.
- No. - respondió Tom con tono autoritario. - Puedes irte si quieres, recuerdo bien el camino de regreso.
Sin decir una palabra mas el joven salio con paso firme directo hacia el despacho de la directora, su acompañante no podía creer que Riddle estuviera yendo en el camino correcto, incluso el mismo que hacia ya seis años que estudiaba en el castillo solía perderse.
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El único amor de Tom Riddle
FanfictionEl único amor de Tom Riddle (Reescrito*) El reloj me recuerda lo humano que soy, mi subconsciente me pide a gritos la inmortalidad, y mi astucia, me conduce cada vez más cerca del éxito... pero hay algo más...es un dolor amargo en el pecho, una voz...