"Crack"

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Finalmente las clases habían comenzado

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Finalmente las clases habían comenzado... y lo importante de esto es que Yuuri había alcanzado a pagar el semestre completo, había ahorrado para la graduación y... para poder mantenerse un tiempo más, pero de todas formas ahora podría buscar un trabajo un poco más normal para seguir teniendo dinero. Pero aquello le tenía un poco en duda... si ya no trabajaba en Sugar, los chicos que había conocido ya no tendrían razones para pasar el rato con él.

-Uh... -se removió en el sillón, aquel pensamiento y el tener que repasar para la clase no le dejaban tranquilo.

Viktor no dejaría de contactar con él porque eran amigos y tenían ya esa clase de relación, pero Jean, Yuri y Otabek... Yuuri no podía negar que le cayeran bien y que fueran endemoniadamente guapos, pero ahora que ya había cumplido su meta... ¿qué va a pasar?

Y el problema no es ya no trabajar de... "chico de compañía", si no la reciente distancia que se cernía sobre ellos ya que, eventualmente, tuvieron que retomar el tour de JJ. Hace días que los chicos habían partido y Yuuri no podía negar que se sentía algo solo, por más que el trío le siguiera en todas sus redes sociales y mantuvieran algo un poco más que un justo contacto con él, lo cual entendía ya que era evidente que estarían ocupados y con con la vuelta a clases él también lo estaba, y no usaba tan seguido las redes sociales como Phichit.

La situación solo era la vuelta a la realidad para el japonés. Una realidad tranquila donde el famoso y guapo cantante Jean Jacques Leroy no le enviaba flores, besaba su mano, le metía en problemas y le llama "mi príncipe" (luego de insistirle en que parara con lo de princesa); donde el hermoso y arisco bailarín ruso Yuri Plisetsky no tomaba su mano, peleaba con él por cosas tontas y le diría Cerdo de una forma que solo Yuuri sabía que usaba para ocultar lo avergonzado que en realidad estaría, y una realidad donde el talentoso, galante y guapo DJ Otabek no le miraría con aquellos ojos profundos y quedaban para escuchar música en algún lugar tranquilo. Si, sin duda una realidad tranquila donde Yuuri ya no debe preocuparse por morir deshidratado por el sudor, ya que sus causantes se encuentran lejos.

Muy lejos.

Y probablemente no regresen. Probablemente, con el tiempo, solo olviden a un chico normal, con algo de sobre peso y no importante como él.

-Seung... hay un muerto en mi sillón -habló Phichit a su chico por el celular- Si, es Yuuri... ¿debería picarlo con un palo?

El japonés solo escuchaba sin hacer algo, captando la aparente negativa del coreano al otro lado de la línea.

-¿Pero si no lo pico con un palo cómo se si está vivo o no?... Si, ya sé que no es ortodoxo, pero... -suspiró acercándose a Yuuri para inclinarse junto a su cabeza. Tomó uno de sus párpados y lo levantó- ¿Estas vivo? -preguntó obteniendo un quejido de Yuuri.

-... Si -terminó por decir, ya que Phichit bajaba y subía su pobre parpado.

-¿Seguro?

-Si... -gimió de nuevo.

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