♥ Cambiando el futuro [Shadamy vs Sonamy] ♥

Capítulo 11

Capítulo 11

[Gran mansión, Central cita, 7:00 am]

Al día siguiente, los personajes más importantes se encontraban desayunando tranquilamente en el comedor. Sonic platicaba con la sirviente del otro día, Silver devoraba todo su platillo en segundos y el mayor solo se limitaba a comer poco a poco.

Cuando el azulado término su conversación se unió a la inexistente platica de sus compañeros.

-Hey Shadow ¿Qué harás sobre el asunto con la loca? –Termino de pregunta emitiendo una risa burlona.

-¿Hablas de su ¨esposa¨, no? Jajaja –De inmediato ambos amigos empezaron a reír recordando el apodo que la chica le había puesto al azabache la primera vez que lo vio.

-Si Jajaja –Sonic siempre se divertía con el asunto porque podía aprovechar de molestar un poco al líder. –El otro día la encontré con un muñeco vudú de este hombre –comento mientras apoyaba su mano y le daba palmadas sobre el hombro recibiendo un golpe brusco del chico.

El tema le interesaba muy poco al de mechas rojas, no era algo de lo cual debía preocuparse si la gata hacia su trabajo, sin embargo le desagrada de sobre manera que los idiotas lo molestaran con eso cada que tenían oportunidad no porque fuera un tema sensible ni mucho menos, la respuesta era más simple que eso y es que no lo entendía ¿Qué es ¨esposa¨? Cuando se enteró de esa palabra dicha por la gata le pareció sumamente extraño e ilógico, el no sentía nada porque no sabía lo que era sentir algo, tampoco cambio nada que ella lo dijera, solo era nuevo y de poca relevancia en su vida de porquería, porque si, el detestaba su vida, todos los días con la misma rutina que parecía infinita le empezaba a desquiciar.

¿Por qué demonios seguía con esto?

No tenía nada más.

Era inmortal, de algo tenía que ocupar su tiempo y si así era la forma en que se hacían las cosas en ese tiempo no se esforzaría en cambiarlo. De todas formas, que él se deshiciera de basura no lo hacía un héroe, eso complicaría las cosas. Termino de comer y vio como le retiraban los cubiertos que había utilizado, dio un asentimiento con la cabeza y tomo una servilleta para restregárselo entre sus manos sin dejar de ver esa cicatriz en su cuello por el reflejo de la mesa transparente, tardaría el resto del día en sanar, era un corte profundo pero no le dejaría marca y se iría en unas horas no podía hacer más que maldecirse a sí mismo por permitir que algo tan insignificante lo tatuara. Sucedió hace unos días cuando mato a esos hombres y se encontró con la peli rosa, era una misión que no permitía ningún testigo libre y fallo pero la cicatriz no era por los hombres que había aniquilado, eso había sido su culpa, la razón era que fue castigado y tuvo que pagar.

Jamás si permitiría un error más.

No podía morir pero si ser torturado cruelmente.

Nadie lo sabía excepto ellos tres, esos mismos eran los testigos de las consecuencias que sucedían después de que cualquiera de ellos sin favoritismos fuera brutalmente castigado por "el" y la carente parte del resentimiento se había esfumado por entender que la salida era inútil en ese estado, porque si lo ayudabas o defendías era peor para los dos, porque si te atrevías a decir algo e interrumpir la penitencia no llevaría consigo misericordia y solo desearías la muerte como salida eso se oía más beneficioso. Lo odiaba, era la única parte de su vida que no podría solo ignorarlo. El silencio se hizo presente de nuevo y ni siquiera Silver tenía algo que decir para distraer las cosas y olvidar.

Vaya vida de mierda pensó.

Sorbió un poco de vino que les acababan de servir como alternativa para el dolor de la herida, era inútil.