-Sentimi€ntos-

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El menor de los hermanos no sabía si aquello era una coincidencia o si el destino había decidido divertirse con él.

En medio del camino que debían recorrer para llegar al castillo de Bowser se encontraba una gran mansión tenebrosa de la que se escuchaban varias risas de Boo. No había otro camino por el que desviarse: a un lado había una montaña totalmente vertical prácticamente imposible de escalar que pasarían días tratando de atravesar y al otro un inmenso acantilado oscuro del que no se veía el fondo.

En medio de sus pensamientos notó la mano de su hermano apoyándose en su hombro tratando de darle apoyo.
- Sé que es difícil para tí pero necesito tu ayuda. Iremos juntos todo el tiempo. Por favor te necesito.

Luigi sonrió levemente por la súplica de su hermano, sabía que en verdad lo necesitaba y de todas formas no podía estar huyendo continuamente.
- Vamos.- Lo tomó de la mano y se dirigieron juntos frente a la puerta que se abrió sola lentamente haciendo un gran chirrido y que al entrar ambos se cerró de nuevo.

Estaba todo muy silencioso y no había ni rastro de vida, o mejor dicho de "no vida" en ninguna de las habitaciones por las que pasaban.
Luigi iba caminando unos pasos por detrás de Mario sintiendo un mal presentimiento por ello.

"No hagas ninguna tontería por Di-... Por favor."- rogó en su mente.

Por encima de sus pasos y respiraciones se escuchó una especie de chirrido en medio de aquel profundo silencio que los rodeaba por lo que el mayor se detuvo haciendo un gesto a su hermano que se detuvo también a unos metros de él.

Tras unos largos segundos de silencio que parecieron minutos Mario retomó de nuevo el camino alejándose un poco más de su hermano tropezando sin querer con una baldosa algo más elevada que el resto activando una de las trampas de la mansión que bloqueó el camino separando a los hermanos cada uno a un lado.

El de verde se acercó corriendo hacia la pared tratando de empujarla o romperla pero no pasó nada.
- ¿Estás bien Luigi?- resonó la voz de su hermano al otro lado de la pared.

- ¡Si, estoy bien!

- Menos mal. ¿Crees poder cruzar de alguna forma?

- No... Daré la vuelta y trataré de buscar otra salida. No pierdas tiempo.

- Está bien.- Esperó en el otro lado escuchando como su hermano se alejaba corriendo y decidió ponerse en marcha.
Todo aquello era demasiado sospechoso para él.

Tras varios pasos un ruido metálico sonó y antes de poder reaccionar notó como el suelo cedía bajo sus pies. Cayó durante un rato por una especie de tobogán y aterrizó sobre un colchón y una gran cantidad de polvo se levantó al instante haciéndole toser.

Cuando se dispersó y el humano pudo ver su situación se quedó en blanco.
- Hola Luigi~ Elevó la mirada encontrando a King Boo flotando en medio de la habitación con una pose comprometida dejando al humano sin poder reaccionar.- ¿Qué pasa? ¿Te molesta que mis proporciones no sean perfectas?- Preguntó en tono de burla.

- Que va. Supongo que no está mal para un fantasma.- Soltó de repente saliendo de su trance y el rey se sorprendió de aquella actitud tan confiada.- ¿A qué ha venido lo de la trampilla?

- Por nada en especial. Debiste haber visto tu cara mientras caías.- rió el fantasma entre dientes.- Y perdona por lo del polvo, esta es una de las mansiones más alejadas de la principal y está un poco abandonada. Aunque la verdad quería hablar contigo.

- ¿Qué pasa?

- De lo que quería hablar era que no pude devolverte el favor así que quiero otra oportunidad.- dijo en un tono algo serio.

- No me debes nada, solo fui a devolverte tus cosas.- dijo Luigi tratando de quitarle importancia a la situación que se había tornado algo tensa para él.

- Aunque si estamos hablando de eso en realidad no me devolviste todo.- dijo el fantasma haciendo un leve puchero por la insistente negativa del menor.

- ¿De verdad?- Trató de recordar que era lo que podía haber olvidado y que el rey pudiese echar en falta pensando entonces en la flor que había puesto en un jarrón.- ¿Te refieres a la rosa?

- Si, pero no.- King Boo rió por la expresión confusa del menor al decir aquello.- A simple vista puede parecer una rosa común pero no lo es. No existe ninguna planta igual en el mundo. Necesita oscuridad y temperaturas frías para crecer y cuando genera sus semillas brillan tanto que parecen pequeñas joyas.- paró un momento para mirarlo continuó hablando.

- Es un antiguo secreto familiar por eso aparece en el estandarte del reino Boo aunque los otros reinos lo confundan con una rosa negra.- rió levemente aunque Luigi juraría que los ojos del rey se habían humedecido ligeramente.- Pero te la puedes quedar, considéralo un regalo de mi parte, pero prométeme que la cuidarás bien.

- Lo haré.- dijo el de verde con una sonrisa ya que tenía el lugar perfecto para ello.
El desván de la casa de los hermanos reunía todas las condiciones que necesita y era bastante espacioso.

- Pero no me cambies de tema que eso no funciona conmigo.- el rey se colocó frente a él para que el de verde tuviese que mirarlo a los ojos.

- ¿Qué es lo que quieres entonces?- preguntó temiendo la respuesta.

- El favor es que quiero que me permitas que te vuelva a invitar a cenar. Lo de ayer salió horrible no fue digno de un rey.- dijo con una expresión avergonzada.

- Eso no es verdad...

- No hace falta que mientas. No me lo tomaré mal, hasta yo reconozco que fue horrible.- Luigi no supo qué responder a aquello.

- Está bien. Pero no sé ya qué excusa le voy a poner a mi hermano.

- Eso déjamelo a mí.- dijo con una sonrisa siniestra.- Aunque tu hermano es un hipócrita.

- ¿Por qué lo dices?- dijo Luigi con curiosidad.

- Por su relación con Bowser. No solo compiten amorosamente sino que en todos los aspectos de su vida pero aún así hay momentos en los que llegan a llevarse bien y sin embargo a ti te tiene absolutamente protegido como si no supieses cuidar de ti mismo.- El menor asintió levemente sabiendo que aquello era verdad.- No entiendo entonces por qué no podemos hacer treguas y llevarnos bien nosotros también.

Luigi sintió un escalofrío tras aquellas palabras el rey lo había abrazado por la espalda a la altura de su pecho y apoyaba su barbilla en su hombro.
Toda la confianza que había mostrado hasta aquel momento fue sustituido por un nerviosismo exagerado que trataba por todos los medios de ocultar.
Notaba su pulso aumentar y por su frente un sudor frío comenzó a formarse.

Tragó saliva tratando de que alguna palabra saliese de su boca pero cuando lo intentó el ente ya se había separado de él y continuaba caminando por lo que el menor se dispuso a seguirlo mientras continuaban hablando de forma tranquila.

Cuando quiso darse cuenta habían llegado hasta la salida de la mansión y el fantasma abría la puerta ocultándose del sol tras ella.
- No creas que te has librado de mí tan fácilmente.- lanzó su típica risa guiñando un ojo mientras Luigi se alejaba del lugar gritando por dentro.

No fue hasta unos minutos después cuando analizó toda la situación y se golpeó levemente la frente: acababa de desperdiciar una oportunidad perfecta para actuar.

Pero aún tenía otra y no podía desaprovecharla.

Girando una esquina pudo ver a Peach, Bowser y a Mario a unos metros de él.
Los tres se veían en una mezcla entre avergonzados, enfadados y nerviosos. No hablaban, se miraban entre sí y parecía que cualquiera de ellos iba a explotar en breves momentos.

Cuando notaron su presencia todos hicieron un amago de dar un paso al frente pero enseguida rectificaron y Mario se acercó a él y los otros se alejaron cada uno por su lado.
- Vámonos hermano.- Dijo en un tono brusco y mandón que nunca había escuchado en él.

¿Qué había pasando?

(-&-)

Perdón por el pequeño hiatus estuve enferma y no tenía ganas de nada uwu

Monster [KingBooigi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora