- Luna -

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Bowser se llevó una regañina por haber salido de la casa sin permiso en cuanto llegaron a la casa de los hermanos. Éste lo ignoró en gran medida hasta que se marchó en plena charla del joven.
– ¿A dónde crees que vas?

– Arriba, al cuarto, más específicamente a dormir.

– De eso nada. Ahora vives aquí y debes colaborar. Duermes de sobra, no tienes motivo para pasarte el día debajo de una manta.

– ¡Es que aquí hace frío!– Se quejó el mayor mientras se abrazaba a sí mismo temblando.

– ¿Frío?– El menor se quedó algo confuso hasta que se dió cuenta de que Bowser estaba  acostumbrado a literalmente vivir en un volcán, era normal que tuviese frío aunque para él la temperatura fuese normal. Elevó la temperatura del termostato y le dió la aspiradora.– Toma.

Lo dejó allí mientras buscaba un par de cosas que él necesitaba encontrándoselo mirando a la aspiradora como si fuera algo extraño. Rodó los ojos un momento y acercándose le dió al botón de encendido.
Luigi no pudo evitar reír levemente cuando Bowser parecía sorprendido por el trabajo de la aspiradora como si de un niño pequeño se tratase. Estaba claro que es de la realeza y se ha criado en un ambiente completamente diferente.

Al final del día Bowser había limpiado el polvo de hasta el último rincón de la casa mientras Luigi se encargaba de las otras tareas y hacía la cena.
Cuando terminaron el koopa recogió la mesa y se fueron a dormir. Debía reconocer que cuando no estaba obsesionado en casarse con la princesa era bastante agradable.
– ¿Duermes en ropa interior y con una manta?– Preguntó el Koopa al menor cuando se metió en su cama.

– Si porque por culpa de un lagarto acostumbrado a vivir rodeado de lava ahora tengo la casa a la temperatura del interior de un volcán y lo segundo es una sábana no una manta.– La excusa era un poco pobre pero no quería reconocer que ahora que sabía con quién compartía cuarto no se sentía cómodo estando semi desnudo frente a él, apagó la lámpara y se acurrucó en su colchón.
– Buenas noches.– Lo único que recibió como respuesta fue un gran ronquido.

(...)

– ”A-ah. Boo~”

Debía rondar más de medianoche cuando Luigi abrió sus ojos bastante alterado envuelto en sudor y jadeando. Al principio se sintió algo confuso pero cuando se orientó viendo que estaba en su cuarto abrazado a su almohada fue consciente de lo que había pasado.

¡Aquello había sido solo un sueño! ¿Por qué demonios había soñado con algo así?

La vergüenza comenzó a consumirlo, parecía un adolescente urgido. Por Dios si apenas solo se habían besado y él inconscientemente ya estaba pensando en algo como aquello.

Cerró los ojos tratando de volver a conciliar el sueño mientras trataba de alejar aquellos pensamientos impuros su mente.
Se revolvió en la cama algo incómodo, tenía una sensación de frío recorriendo su cuerpo.

Frío...
¿Cómo podía sentir frío si debía estar la casa a 30 grados?
Abrió los ojos con una extraña corazonada viendo que a apenas un metro de él flotando de forma de horizontal en su forma humana se encontraba King Boo.

Se tapó la boca evitando gritar por el sobresalto mientras miraba sorprendido aquella aparición extraña.
– ¿Qué estás haciendo aquí?– Se atrevió a preguntar finalmente en un susurro aún sin estar seguro de lo que estaba pasando sin obtener ninguna respuesta.
El monarca no hablaba ni hacía nada, solo lo miraba intensamente a los ojos, cosa realmente extraña debida a su condición de Boo y su conocida incapacidad de establecer contacto visual directo con ningún ser vivo.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2018 ⏰

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