IV

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Draco se sentía insultado por la respuesta de Harry, pero también se sentía extrañado por su propia reacción a la replica del Gryffindor ¿De verdad le importaba lo que quisiera hacer Potter? Se encontraba a si mismo confundido por ese choque de sensiblería.

El chico de cabello platinado estaba aburrido, no quería escuchar las estupideces de sus "amigos" en la sala común de Slytherin, y se dirigió directamente a su habitación. El cuarto era incluso más asfixiante y tedioso a pesar de estar solo —con sus sentimientos encontrados—, por lo que se recostó en la cama a contemplar el techo divagando en sus propios pensamientos, que unos lo llevaban a otros, y así quedo dormido de la forma más plácida, sin darse cuenta, sin sueños extraños con Harry Potter.

Al despertar decidió ir a pasear por el castillo, de suerte logro evadir a la fastidiosa Pansy. Escucho unas voces que reconoció al instante, Granger y Potter. Una sonrisa malévola se formo en su rostro, estaba a punto de atacar con su filosa lengua cuando escucho su nombre, se quedo quieto y escucho lo que pudo de la conversación mientras se escondía detrás de la esquina del pasillo.

—...Harry, debes ser su amigo...—Granger sonaba mas histérica de lo normal y eso despertó su curiosidad— piénsalo como una caridad.

—No quiero hacerlo.

—Entonces aparenta que quieres ¿No has entendido lo mucho que necesitamos a Malfoy de nuestro lado?

Los ojos de Draco se humedecieron un poco, —aunque nunca lo admitiría— sintió como se le caía el estomago al suelo y una presión se le enterraba en el pecho ¿Cómo no se había dado cuenta? Era extraño que el vanidoso de Potter accediera a pasar un rato con el, después de las hostilidades que habían abierto una grieta entre ambos que se hacía cada vez más profunda y ancha a medida que pasaban los años mientras ambos crecían. Era todo una mentira, simplemente era la necesidad de sacarle algo, y la idea de que alguien se aprovechara del mismísimo Draco Lucius Malfoy, hijo de Lucius Malfoy, del Clan Malfoy etc. etc. le hacía hervir su sangre pura.

Después de escuchar toda la conversación entre sus enemigos, descubrió lo que tenían entre manos. Se sintió estúpido por un momento, avergonzado, si su padre se enterara de su momento de debilidad lo hubiera pagado muy caro.

Pensó en vengarse, como era propio de un Malfoy, no iba a dejar que lo humillaran y engañaran de esa forma. Volvió a la sala común, Pansy estaba allí, tratando de evitarla lo más posible, se dirigió a su habitación,  ella se había vuelto lo más irritante desde que termino con ella.

Al entrar en el dormitorio, Blaise Zabini notó la cara de su amigo, que era una mezcla de enojo y decepción. 

—¿Qué sucede? —preguntó el morocho.

—¿Por qué lo dices? —dijo Draco sin mirarlo.

—Tu cara es mas deprimente de lo normal —dijo sonriendo el morocho.

Draco dudo en decirle de lo que se había enterado, no sabía que pensaría Blaise. Tal vez que él estaba ilusionado con la idea de ser amigo de Harry, y no se había equivocado en lo absoluto pero eso era que jamás admitiría, ni aunque fuera torturado con la maldición Cruciatus que su tía Bellatrix era experta para poner en practica.

Draco se recostó en su cama, una sonrisa se formo en su rostro y miro directamente a su amigo. 

—Blaise... últimamente siento que estoy reprimiendo demasiado mis verdaderos sentimientos —le dijo sin dejar de sonreír.

—¿Que? ¿Estás enamorado de Potter? —dijo Blaise sin dejar de reírse, la sonrisa de Draco se borro en menos de un segundo. 

—¡Cállate! —dijo el platinado enojado—, me refiero a que tengo la gran necesidad de hacer daño. 

—Eso no es extraño de ti ¿Qué planea el principie de Slytherin en contra del niño-que-vivió? 

—Una pequeña venganza... o simplemente la necesidad de recordarle su lugar inferior, a él y sus queridos amigos, se que tiene algo escondido y debo descubrirlo...

—¿Puedo saber por qué? Creo que ya haces el suficiente daño —Blaise lo interrumpió mientras fruncía el ceño en dirección de su compañero de casa.

Draco lo miro con desdén— ¿Vas a ayudarme  o no?

—Claro, para eso están... los amigos.

Blaise se dio la vuelta en la cama para echarse una siesta sin tener que ver el rostro vengativo de Draco. Había veces en la que él era "demasiado Malfoy", como decían algunos en el colegio. Draco solo tenía en mente que era hora de dejar que las llamas comenzaran a quemar. 

A Beautiful Lie ;drarry;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora