Harry abrió la caja con un poco de vergüenza en frente de Draco.
Se extraño un poco al descubrir un espejo, a él no le gustaba observarse tanto en el espejo.
—No soy tan frívolo Harry. Ese espejo es como una miniatura de el espejo Oesed. Ya sabes, refleja lo que más deseas.
—Oh, bueno eso explica mucho. —Contestó riendo.Un silencio se formo, pero no era uno de esos silencios incómodos. Era uno de esos de los cuales disfrutas de compartir con una persona apreciada que te hace sentir aceptado. Y eso era lo que perturbaba a Harry, le había tenido confianza tan rápido que no lo creía.
—Creo que deberías volver con tus amigos —dijo Draco matando el silencio—, ya no pasas tiempo con tus amigos. De seguro les extrañaría verte conmigo.
—Draco —quiso verlo a los ojos, pero el rubio contemplaba la vista por uno de los tantos ventanales de la biblioteca—, Draco mírame.Draco deslizo su mirada suavemente hacía el rostro de Harry, con una inocencia de niño que derretiría el corazón de piedra de cualquier hombre.
—¿Qué sucede? —preguntó mirando a Harry con sus ojos grises.
—Draco escúchame —el mago tomo una de las manos del rubio y la sostuvo con delicadeza—, tú eres mi amigo ahora.
Draco sorprendió a Harry rodeando su cuello con sus brazos y dándole un fuerte abrazo. Harry le respondió al abrazo y le dio un dulce beso en la cabeza. Luego uno en su mejilla. Uno en la comisura de sus labios y el último en la mano después de separar el abrazo.El rubio se sorprendió por lo que Harry había hecho, y no movío un segundo la vista de su rostro. No estaba seguro si eso había sido amigable o de una forma de más amigable. Harry se acerco lentamente a su amigo, Draco sabía lo que venía; pero antes de que lograra hacer un paso fueron interrumpidos nada más y nada menos que por la querida Pansy Parkinson.
— Draco, querido —hablo mientras se acercaba insinuante y le dedicaba una mirada de asco a Harry—, la profesora Umbridge te necesita.
—¿Qué demonios quiere esa anciana ahora? —dijo molesto saliendo del lugar.
Pansy miro de arriba a abajo a el chico de Griffyndor. No era necesario pero quería demostrarle lo mucho que lo menospreciaba.
—Potter, será mejor que te alejes de él.
—Esto no es de tú incumbencia Parkinson.
—Todo lo que haga Draco es de mí incumbencia. —Se acercó un poco más a Harry— Se que estás planeando algo y apenas descubra lo que es, tú y tus amigos estarán en serios problemas.
Harry no escucho más de lo que dijo porque se fue de ahí dejando de lado las amenazas de la chica. Nunca tuvo miedo, ahora tampoco, pero sentía algo fuerte dentro de él, una gran aversión hacia Pansy que no había sentido antes... celos, se dijo a si mismo.
Draco estaba sentado en frente de Umbridge, su oficina siempre le pareció lo más horrible del mundo. Las paredes rosa, los gatos en los platos, y el asqueroso té que siempre terminaba tomando.
—Umm ¿profesora?
—¿Qué sucede Draco? —dijo la anciana cara de sapo con un falso y tranquilo tono de voz.
—Para que...
—¿Para qué te necesito?
— Sí.
La mujer de sonrisas cínicas dejó de escribir y se paro de su asiento. Caminó hacía Draco y se quedo inmóvil a su lado.
—La verdad Draco es, que yo no te necesito. Al menos no ahora —confesó mientras daba una vuelta a la mesa para volver a su asiento—, me han dicho... cosas sobre tí.
—¿Qué clase de cosas? —cuestionó Draco nervioso.
—Cosas malas; cosas inapropiadas para un chico de tu tipo. Un pajarito me contó sobre tu... —dudo un momento— relación con el jovén Potter.
Draco se alarmo, pero mantuvo la compostura y se paro de su asiento.— Eso no es su problema. —sentenció como todo un Malfoy.
—¡Claro que lo es! —Umbridge lanzo un hechizo que Draco no entendió y se sentó en su asiento con fuerza— No toleraré ese tipo de traición.
Los ojos de Draco se abrieron como platos, finalmente había entendido, esta mujer estaba sedienta de poder.
—Ahora mismo están buscando el escondite de el Ejercito de Dumbledore y finalmente ese niño dejara de ser un problema para mi.
Umbridge salió de la habitación hecha una furia, nunca pensó que tal vez era verdad que ella era una loca desquiciada. Draco se movía violentamente de su silla pero aún no podía pararse, se dio por vencido y cerro los ojos, simplemente espero.
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A Beautiful Lie ;drarry;
RomanceEl quinto año para el "Trío de oro" ya había empezado, pero sus grandes esperanzas de poder ayudar a la Orden del Fénix desde Hogwarts se habían apagado como una vela cuando se extingue, esa vela fue apagada por Dolores Umbridge y la Brigada Inquisi...