Una nueva oportunidad

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Capítulo XIII

La luz del sol se colaba por las persianas e iluminaba tenuemente el lugar. De pie, aquellas dos personas se miraban fijamente.

Frente al hombre estaba una dama muy hermosa, de cabello plateado y de grandes ojos dorados.

—¿Qué quieres Inu No?—

—Sólo te llame para ponerte sobre aviso, y qué evites a toda costa solapar a nuestro hijo si se arrepiente de casarse con la heredera Komamura—

—Él no es un niño, es un hombre hecho y derecho. No puedo creer que sigas con lo mismo, permítele de una vez por todas vivir su vida. Desde que nos divorciamos dejaste de influir en sus decisiones y si acaso rompe el compromiso, que más da— Aquel se acercó a su ex esposa intimidante pero ella no se amedrentó.

Había dejado de temerle desde hacía mucho tiempo.

—Irasue, sé que no me has olvidado, me extrañas, me necesitas... Eres una mujer muy deseable— Le dijo tomándole de la barbilla pero ella le rechazó indignada.

—¡Por favor! ¿Para esto me citaste en tu despacho, para escuchar tus tonterías?— Aquel hombre no midió consecuencias pero decidió soltarla.

Se habían separado varios años atrás, debido a una relación que sostuvo con otra mujer y que dio como resultado un hijo fuera del matrimonio.

—Te exijo que no interfieras. Esa niña termino la vida de ese tal Yamamoto, sus motivos realmente no me interesan, pero definitivamente no es la adecuada para mi hijo. Su crimen le seguirá hasta la tumba y en caso de que Sesshomaru la quisiese más que una amiguita, podría perjudicar a nuestro ilustre apellido— Él fue directo y ella sólo atinó a verle con marcada irritabilidad. Iba a replicar pero fueron interrumpidos.

Alguien había llamado a la puerta.

—Con permiso...— Sesshomaru se alegró de ver a su madre ahí, pues tenía varios días desde la ultima vez que la hubo visitado.

—Hijo— Sonrió mientras le abrazaba.

—¿Qué haces aquí?—

—Tu padre tiene algo que decirte, ¿no es así Inu?— Aquel la miró indiferente, y luego posó los ojos en su vástago, pero decidió callar.

—¿Y Bien?— Al fin la voz del joven rompió el silencio que se había cernido en ese lugar.

—La chica Higurashi se fue porque yo se lo ordené— Dijo sin rodeos.

—¡¿Qué?! Pero...—

—Debes entenderlo, has decidido volver con Kagura y aunque quisieras no podrás echarte para atrás. Además, esa chiquilla solo era una trepadora que deseaba tu dinero, tú posición— Conforme hablaba, aquel iba enfureciéndose más y más.

—¡¿De qué mierda estas hablando?!—

—¡Lo hice por ti! ¿No comprendes? Cuando tu hermano me contó la situación, no supe que pensar. ¡Tenías a una mocosa viviendo contigo! Y luego me enteré que era la misma que había asesinado a ese hombre, por eso actúe de inmediato... ¿Qué iban a pensar nuestras amistades?—

¡No me sueltes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora