Fragmentos de felicidad

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Capítulo XVIII

El restaurante estaba completamente lleno.

Miró la carta una vez más y enseguida la dejó sobre la superficie de la mesa. Pronto un camarero se acercó y le sirvió un poco de agua.

—¿Lista para ordenar señorita?—

—No, aún no. Estoy esperando a alguien—

—Bien, vuelvo en un momento, con permiso— Aquel joven se retiró de su presencia y ella sólo atinó a lanzar un suspiro. Tamborileaba los dedos sobre el mantel con impaciencia, tal vez con el afán de liberar un poco su preocupación.

—Disculpa la tardanza, la verdad que es muy difícil conseguir un taxi a la hora del almuerzo...— La voz de Sango le dio de lleno haciendo que se estremeciera del susto.

Kagome la vio enfundada en esa vestimenta casual, llevaba puesta una camiseta con un estampado de Mickey Mouse de color gris, una falda corta de mezclilla y botines. Su cabello castaño oscuro estaba trenzado y descansaba sobre su hombro izquierdo. Se quitó las gafas de sol y las puso sobre la mesa junto a su bolso.

—Creí que no vendrías, Sesshomaru sí que te tiene embobada...— Dicho esto se sentó frente a ella.

—La verdad, no quería venir por la situación que ocurrió hace unas semanas atrás. Me sentí fatal cuando llamaste y dijiste que querías verme...—

—¿Aún no has reconsiderado tu decisión?—

—No hay nada que pensar, tu sabías todo desde el principio...— Bajó la cabeza y posó la vista sobre sus manos que descansaban sobre su regazo.

—Kagome, mi hermano te ama muchísimo y después de todo, me parece horrible lo que hiciste. Jugaste con los sentimientos de Bankotsu y él no se lo merecía...— Ella levantó el rostro y la observó azorada.

—No puedo volver con él, mi padre también intentó convencerme pero simplemente no puedo... Y menos ahora...—

—¿A qué te refieres?— Preguntó con curiosidad pobremente fingida.

—Me he enterado el día de hoy, y espero que esto quede muy claro...— Le entregó aquel sobre con marcada timidez y aunque aquella dudo breves instantes antes de leer su contenido, al fin aceptó analizar aquel trozo de papel.

Sus ojos se abrieron con sorpresa.

—Pe-Pero, es imposible. ¡Kagome! Sólo tienen dos meses juntos...— No daba crédito a a las palabras escritas en esa nota.

—Tengo poco más de cinco semanas...— Le hizo saber.

—Entonces, no hay nada más que hablar— Cerró los ojos con marcado cansancio y decidió que dejaría de lado el tratar de convencerla de volver con su hermano. Después de todo lo mejor sería dejar las cosas así. Ella era feliz y por supuesto que Bankotsu tendría que entender la situación.

Dos meses que se habían ido rápido. Tal vez si no hubiera dejado pasar demasiado tiempo sin hablar con ella, otra sería la historia. Pero lamentablemente el hubiera no existe.

—Hola, Kagome...—

"¡Bankotsu!" Se puso nerviosa al ver que allí estaba su ex novio. Al parecer ellos habían fraguado un ardid para que se encontrarán, sin duda alguna lo habían planeado con antelación y pronto se sintió molesta.

¡No me sueltes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora