20: Sangre Y Lágrimas

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Narra Todey:

¿Qué? No entendía lo que pasaba... No quería entender lo que pasaba... No podía ser.

Liam sufría espasmos mientras lo sostenía en mis brazos, y la mancha rojo carmesí se iba extendiendo en su delgado pecho.

—No no no no Liam porfavor escúchame... —suplicaba mirando a los ojos vidriosos del chico. Su mirada expresaba confusión y tristeza pero también... Felicidad. ¿Porqué?

Una sonrisa se formó en sus finos labios y sus ojos no dejaron de mirarme, mientras yo murmuraba "no no no" sin parar.

Sus ojos se cerraron lentamente y recargó su cabeza en mi torso.

—Liam porfavor no, yo... Yo te amo...

Se quedó muy quieto. Y dejó de respirar. Murió en mis brazos.

No podía apartar la mirada de sus párpados cerrados, esos que no se abrirían nunca más para dejarme ver los hermosos iris color miel que ocultaban. Jamás. No pensaba en nada, no escuchaba nada, todo se había detenido. Y aún teniendo su cuerpo inmóvil entre mis brazos, me negaba a creer. Me negaba a aceptar.

Lo estreché con fuerza, manchándome con su hirviente sangre, sintiendo su cuerpo sin vida y sin poder parar de llorar.

Narra Jaden:

Yo... No sabía quien era, pero había estado dispuesto a salvarme. Y ahora esa persona estaba entre los brazos de mi hermano, que lloraba sin piedad sobre su delicado cuerpo.

La imagen de la sangre me horrorizó, sentí la bilis subir por mí garganta para quedarse ahí y torturarme con su acidez. Tenía mucho miedo. Y no sabía que hacer.

Oí la recarga de la pistola y me volteé para ver al hombre que le apuntaba a la espalda de mi hermano, sin posibilidades de fallar. Le grité, pero él parecía estar en otra realidad.

Y entonces una figura encapuchada le rebanó la garganta al hombre. La sangre voló en el aire inundando todo mi campo visual.

Fueron necesarios unos instantes para que cayera en la cuenta de que todo se había silenciado. Por fin pude moverme. Lentamente volteé para contemplar la escena. La intensa luz que salía de la puerta iluminaba un piso lleno de cristales rotos, basura, y cadáveres sangrientos, regados sobre más sangre. Dos siluetas encapuchadas estaban de pie en medio de aquel caos y parecían discutir acaloradamente.

Me intenté levantar pero mis piernas no respondían. Una de las personas encapuchadas se me acercó al notar que hize ruido. Me asusté y retrocedí gateando, pero la silueta se quitó la capucha dejándome ver un rostro conocido. Nick me ayudó a levantarme con muchos esfuerzos.

—¿Estás bien Jaden? —me preguntó mirándome de arriba a abajo.

Asentí. Unos cristales incrustados por el cuerpo no eran nada. Más bien el daño era mental, jamás podré olvidar esta noche.

Respiré para tratar de contener las naúseas. Lo logré a medias y fui adonde estaba mi hermano.

Narra Todey:

Una mano se posó en mi hombro, con mucha delicadeza. Volteé lentamente y con muchos esfuerzos y ví a mí hermanito, que me miraba preocupado.

—Todey... Yo... —cayó de rodillas frente a mí y se cubrió la cara con las manos, sus hombros se estremecían y escuché sus sollozos —¡PERDÓNAME! ¡Todo ésto es mi culpa! —gritó — Si... Si yo no... Si yo no me hubiera escapado... Na... Nada de ésto habría pasado... Yo...

Le tapé la boca y revolví su cabello con una mano. Con todos mis esfuerzos esbozé una sonrisa.

—No Jaden —hablé, lo más alto y firme que intenté, a pesar de tener la voz quebrada por el llanto —. No fue en lo absoluto culpa tuya. Tú sólo querías huir de mí, y tienes razón de querer hacerlo pues te decepcioné. Fue todo culpa mía desde el inicio. Si yo te hubiera aceptado tal cual eres no habríamos hecho el trato, hubieras seguido con Nick y yo jamás habría hecho lo que hize. No he sido el hermano que mereces. Nunca lo fui. Perdóname Jaden.

Mi hermano usa falda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora