21: Tiempos Mejores

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Narra Michael:

Avanzé entre las lápidas lentamente, queriendo retrasar el momento lo más que pudiera. Aún sabiendo que tendría que llegar en cualquier momento.

Subí las escaleras del panteón, las que conducían hacia la zona más nueva del lugar.

Conforme me iba aproximando divisé a una silueta masculina de pie ante la lápida. Era Todey, el hermano de Jaden.

Al llegar a su lado no hize ningún ruido, él me dedicó una mirada como saludo y devolvió la vista hacia donde Liam estaba sepultado. Me incliné y deposité el ramo de rosas blancas frente a la lápida.

Estuvimos en silencio un largo tiempo, y no pude evitar notar que unas lágrimas resbalaron por mí mejilla.

—No sé cuanto tiempo tendrá que pasar para que pueda... superarlo.

Mi voz rompió el impasible silencio, seguido de uno de mis sollozos. Sentí unas palmadas en la espalda.

—No eres el único Michael. También me costará trabajo olvidarlo...

Sentí más lágrimas resbalando por mis mejillas, mientras la culpa ascendía por todo mi ser.

—Es que... Al menos tú lo conociste más, estuviste con él cuando... cuando murió y yo... Se alejó de mí por una estupidez, una estupidez que fue mi culpa...

—Liam me contó lo que pasó y no fue tu culpa, ni suya. El me dijo que él siempre rechazó al chico, fue él quien le insistió pero Liam no se dejó llevar. Todo fue un malentendido.

Abrí mucho los ojos, mirando la tumba de mi hermano, sintiendo una mezcla de rencor, tristeza y desesperanza.

—Peor entonces... —murmuré —. Nos distanciamos por un malentendido. Y ahora... Ahora Liam está muerto y jamás podremos aclarar las cosas.

Me sentía tan estúpido, tan débil, tan deprimido... Sin pensar me dejé caer y los brazos de Todey me detuvieron para que no cayera al suelo. Me puso de pie como él pudo y dejé caer mi cabeza en su pecho, sin parar de llorar.

Así estuvimos unos minutos hasta que comenzó a llover. Tras mirar unos instantes la tumba de Liam, ambos nos fuimos de ahí.

Ya había pasado una semana desde que ví en persona el cadáver de mi hermano, y habíamos hecho un funeral, aunque no hubo muchos invitados. Mi madre lloraba discretamente y se retiraba a su habitación cada día que pasaba, y yo me iba sintiendo cada vez más sólo, con excepción de los ratos que Jaden me visitaba, era lo único que me alegraba.

Todey yo sacamos nuestros paraguas y caminamos un rato por el solitario cementerio. Al salir me propuse a ir a casa pero Todey me invitó a acompañarlo. Sin nada más que hacer acepté la invitación. 

Narra Jaden:

Corrí a cerrar las ventanas cuando empezó a llover. Miré hacia afuera, pensando sin cesar en lo ocurrido en los últimos días.

—¡Jaden!

La voz de Lizett llamando desde la sala interrumpió mis pensamientos.

Fui a ver y ella me ofreció una rebanada de pastel. La rechazé educadamente y tomé asiento en el sofá.

—Entonces, deberíamos irnos de aquí cuanto antes —dijo Nick desde el asiento de al lado. Lo miré confundido y él se explicó — Es que a pesar de habernos desecho de los cadáveres, la policía podría ir a investigar, pues muchos habitantes de la zona reportaron ruidos extraños esa noche. Sólo es cuestión de tiempo para que haya una investigación ahí, y Lizett y yo no estamos al cien por ciento seguros de haber borrado todo rastro.

Mi hermano usa falda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora