Atrapemos al Curit

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Todos los chicos se miraban algo acongojados por las severas palabras del maestro Markus.

—Saquen sus cuadernos y comiencen a anotar lo más importante de lo que les diré. Todos nosotros somos afortunados de tener un Nahual, aunque en este momento no lo puedan llamar por su patética concentración, llegará el momento y probablemente será cuando su vida esté en riesgo que podrán escuchar el nombre de su compañero, y más vale que lo escuchen. —

Todos se miraron unos a otros en el salón consternados por las palabras de Markus, al parecer y según lo que todos creían, la tarea de él, más que impartir clase era aterrar a todos los estudiantes. Al principio los chicos no entendieron del todo las palabras que en aquel momento pregonaba dicho instructor.

El día avanzaba, y el sol seguía su curso, era un día particularmente caliente, Luego de su respectivo receso tocaba la clase más agotadora de todas, aquella clase donde el maestro era Rodger Robinson, maestro que por décadas ha impartido la clase de Materialismo Espiritual, cuando los chicos llegaron se encontraron con Ángela y su Nahual, un Halcón con plumas negras y blancas, sus ojos negros como la noche y una mirada sumamente penetrante.

—Hola chicos, veo que el maestro Robinson está haciendo un muy buen trabajo con ustedes, — ya que los miro que se estaban formando al estar dentro del coliseo.

—Por cierto, les presento a mi nahual ya que antes no lo había hecho, él se llama Alorius—

—Esta vez haremos algo diferente, — interrumpió Rodger.

—Iremos al bosque a cazar, la misión es atrapar a este pequeño animalito, —

Dijo el maestro mientras sostenía en sus manos a un ser muy parecido a un conejo, su color era blanco, sus orejas eran redondas y pequeñas, su cola alargada y delgada, la punta de la misma era peluda y lo demás de ella solo tenía pequeños bellos color blanco, sus ojos eran color café muy claro,

—Este es un Curit, son muy veloces, tampoco se fíen por su aspecto dulce, puede ser un ser muy agresivo si se siente amenazado. Ahora síganme,—

Se subió a su nahual al igual que Ángela, luego de avanzar durante unos minutos, se detuvieron luego de llegar a un terreno donde había un gran espacio cubierto por césped y a su alrededor había muchos árboles.

—El equipo que logre atraparlo primero obtendrá 10 puntos y los que no lo logren se les quitará 5 puntos, cabe mencionar que cuando un equipo atrape al Curit y lo lleve a mí la actividad terminara automáticamente, lo sabrán porque yo tocaré esta trompeta y donde quiera que estén deberán volver aquí – Dijo Rodger mientras buscaba en un bolso que cargaba Rino.

—Me tratas como a tu cargador personal de bojotes Rodger, deberías cargar estas cosas tú mismo— Se quejó el Nahual.

—No te alteres es tu deber como mi Nahual, siéntete afortunado que estas cooperando para la enseñanza de estos mocosos, A por cierto se me olvidaba decirles algo sumamente importante que deben saber, en el bosque puede que se encuentren con Kobols, ellos son los encargados de protegerlo, son los guardianes en el bosque de Calmécac, hay uno en cada camino restringido, no se atrevan a pasar por alto sus advertencias, porque si no, él se encargara de castigarlos, son muy variantes, pueden hacerles una broma al mismo momento que les atraviesan su espada en el corazón dijo a los jóvenes con una mirada un tanto intimidante.

—¡Y basta de charlas, más vale que estén listos!!!, Fueraaaa!!!!—

Rodger soltó aquel pequeño ser, y en ese preciso momento la euforia comenzó, los chicos corrieron tras él, Ángela se elevó en su nahual y Rodger se quedó inmóvil con Rinor, cada grupo de tres buscaba encarecidamente aquella bola de pelos.

—Y si nos separamos, sugirió Gina—

—Esa sería muy mala idea, será mejor que los tres tratemos de atraparlo, recuerda que no es tan tierno como parece—

—Matius tiene razón Gina, es mejor permanecer juntos— dijo Dan.

Los chicos entraron al bosque, el camino que eligieron estaba rodeado de árboles a la derecha y a su izquierda, los rayos del astro sol entraban agraciadamente entre las ramas de aquellos árboles ramas que tenían hojas verdes y hojas secas, la vista era tan bella que los chicos no pudieron dejar de detenerse para observarla.

—Qué hermoso— exclamó Gina, en sus ojos se podía observar cuánto le encantaba aquella vista.

—Avancemos, recuerden que tenemos que atrapar al Curit— dijo Dan. 

Nahual - Espíritu ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora