Un encuentro inesperado

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-Muy bien, la clase termino, pueden ir a su descanso-

Dan, Gina, Feber, Aura y Jezer se dirigieron al Coffe Nahual, en el trayecto se encontraron con Matius y Wolfker.

-¡Hola Matius!- grito Gina, con gran alegría

-Chicos ¿cómo están? Respondió.

-Muy bien, gracias a ti y tu nahual- dijo Dan

-Llámame Wolfker por favor,-

-Esta bien Wolfker,-

-Muchas gracias chico, mi nombre es Dan Sthone, un gusto Dan, me alegro poder verlos ya que anoche no tuvimos el tiempo de conocernos, y tu chica, ¿estás bien?

-Si gracias Wolfker, por cierto, mi nombre es Gina Meyer, un gusto-

-El gusto es mío señorita.-

-Wooooowwww es un lobo enorme! que digo enorme es ¡GIGANTESCO! tengo que doblar mi cuello para poder verlo, se expresó Feber con asombro, -

-Chico ya les dije que pueden llamarme..

-ES PELUDITO ¡QUE LINDO! dijo Aura mientras abrazaba una de sus patas,

-Si fuera yo, ya me los hubiera comido a todos, dijo Jezer mientras seguía caminando a la cafetería, Aura y Feber lo siguieron -

-Chicos los tengo que dejar iré un rato a la colina necesito relajarme un poco-

-Está bien, espero nos miremos de pronto- respondió Dan.

-Nos vemos Matius, se despidió Gina -Nos vemos, espero materialicen pronto a sus nahuales, las clases con otros portadores son bastante duras, pero a la vez muy divertidas, tienen que verlas, -Ya verás que pronto estaremos allí, se expresó Dan con seguridad, mientras caminaba hacia Coffe Nahual, Gina lo siguió de cerca.

Matius y Wolfker caminaron hacia una pequeña colina que estaba en el terreno de Calmécac, al llegar a la cima se sentaron a la par de un árbol que los cubría del sol,

-Wolfker, gracias nuevamente por lo de anoche, -Ya te lo dije Matius no debes agradecerme, si te cuido a ti me cuido a mi también, Wolfker paro las orejas, mientras se levantaba bruscamente, espera un momento, -¿Qué pasa?

-He escuchado algo, y creo que es otro nahual, pero siento malas intenciones, Wolfker bajo la colina en busca de lo que parecía una amenaza, Matius se puso de pie, y entre los árboles que poblaban el bosque apareció un hombre de aspecto grave, fornido, sin cabello.

-Matius Vedrigan, el chico que derrotó a un emisario de los ocultos, -Matius volteo a sus espaldas, - ¿quién eres?

-Soy alguien como tú, solo quiero llevarte a donde perteneces Matius, tu no debes estar aquí, este no es tu lugar, tú debes estar con los tuyos.

El chico estaba confundido, él era un portador, pero en ese instante recordó las palabras que escuchó en su primera clase, que el único Licantro que podía estar en Calmécac era Gerald.

-Dentro de ti sabes que no eres de aquí, aunque seas un portador como ellos tu estas en otro nivel, no, mejor dicho nosotros estamos en otro nivel, aquel hombre comenzo a caminar lentamente hacia Matius el cual le preguntaba.

-¿No entiendo lo que dices? y ¿Qué es eso de emisario de los ocultos?

-Chico ven, acompáñame, en ese momento se escuchaba el pasto de la colina siendo aplastado por pisadas de gran tamaño, ya aquella colina estaba poblada de él, a medida las pisadas se iban escuchando más cerca aquella hierba iba mostrando un hocico fruncido del cual sobresalían unos dientes grandes y afilados, se podía escuchar un gruñido que daba a conocer las intenciones de Wolfker, El hombre retrocedió dos pasos, -MARAVILLOS, MARAVILLOSO, un hermoso ejemplar de Licantro, chico eres muy afortunado, serás uno de los grandes entre nosotros, puedo verlo en tus ojos, eres un Vedrigan, no puedes escapar de tu destino, tu anillo y tu nahual te delatan, llegaras más lejos que tu hermano.

En ese momento se escuchó un aullido en el fondo del bosque.

-Me retiro chico, pero piensa en lo que te dije, cuando estés listo entra al bosque y que tu Nahual nos llamé, preferiblemente en luna llena que es cuando nuestros sentidos se agudizan, es solo por prevención. aquel hombre desapareció entre la densidad del bosque,

-¿Estas bien Matius? -Sí, gracias Wolfker, volvamos al colegio.

Al bajar de la colina lo primero que vieron fue la silueta de un hombre, era Gerald que salía de entre unos árboles junto a su Nahual de forma siseante.

-Matius, ¿con quién platicabas? -No sé en realidad, era alguien que nunca había visto.

-Y ¿qué te dijo?

-Que no pertenecía aquí, que lo debía seguir,

-Reforzaremos la vigilancia en el bosque, no podrás salir solo por un tiempo, tengo una idea de quién era, y no debes acercarte a él,

-Dijo algo más, me dijo que yo había derrotado a un emisario de los ocultos, ¿qué quiere decir eso?

-Calmécac siempre ha tenido enemigos entre las sombras, ya hemos descubierto y derrotado a muchos, pero es seguro que aparecerán más, ahora tenemos que trabajar, sígueme-

Caminaron hasta llegar a un inmenso salón, las puertas estaban cerradas, una puerta tenía esculpido un dragón, la otra un feroz león, Gerald sacó una pequeña llave de su bolsillo, y la dejó caer al pie de la puerta y antes de tocar el suelo esta fue atraída hasta quedar pegada en la cola del dragón que tenía la puerta izquierda, encajaba perfectamente completando esa pequeña parte de él que difícilmente se notaba que faltaba, las puertas se abrieron, aquel lugar era más grande por dentro que lo que se miraba por fuera, habían muchos portadores y nahuales, la mayoría peleando entre sí, en el campo había grandes rocas, parecía una arena de pelea.

Nahual - Espíritu ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora