El comienzo de la duda.

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Dan despertó y recordó el sueño enseguida, ya estaba oscureciendo, no podía creer lo mucho que había dormido, Gina ya se había marchado, miró el reloj que estaba en la pared el cual marcaba las 6, y salió corriendo al salón para no quedarse sin cenar.

Cuando llego todos se estaban levantando, todos a excepción de Gina quien al parecer se acababa de sentar, Dan noto que en la mesa donde ella estaba había dos platos de comida, Gina lo vio y lo llamó haciéndole señas con las manos.

Dan se dirigió hacia la mesa y al llegar, su amiga lo vio con una sonrisa y le dijo,

-Te guarde un plato, la señora Malldan ya iba a retirarse, créeme tienes suerte de que hoy andaba de buen humor.

-Gracias Gina, eres muy amable, -No agradezcas,

- ¿Qué sentiste cuando hicimos el circulo con Frederick, Pregunto Dan.

-Sentí como me debilitaba, era como si algo saliera de mí, no lo puedo explicar muy bien.

-Yo sentí lo mismo, cuando dormiste ¿tuviste un sueño en especial?

-No, no soñé nada, solo recuerdo que cerré los ojos y después cuando los abrí ya era tarde.

Los chicos terminaron de comer, y cada quien se retiró a su habitación, cada quien tomo el pasillo que debía, Gina llego sin problemas, pero Dan unos metros antes de llegar a la habitación en el centro del camino estaba un pequeño un orbe de luz, Dan lo vio fascinado, se acercó para tocarlo, pero este empezó a moverse, el chico lo iba siguiendo sin percatarse que se estaba alejando de su habitación.

El orbe se detuvo sólo cuando estuvo enfrente de dos grandes puertas, Dan se apresuró a tomarlo con las manos, pero segundos antes de que este lo pudiera hacer este se reventó como una burbuja. El Dan pudo oír una voz saliendo de aquella gran habitación ya que las puertas estaban ligeramente abiertas.

-Este chico, Frederick, porque lo has traído Markus,

-Necesitábamos cubrir el espacio que dejo Matius al materializar su Nahual, y tu más que nadie sabe que necesitamos cuanto antes que tu elegido materialice a su Nahual Vladimir, la luna roja está cerca, apenas faltan tres días, ¡TRES DÍAS!

Dan estaba parado enfrente del gran salón del consejo, sabía que se metería en problemas si seguía allí, pero por primera vez su extrema curiosidad pudo más que su miedo, cuidadoso de no ser visto siguió escuchando.

- ¿Qué es la luna roja? se preguntó en su interior el chico.

-Ese muchacho, no veo nada especial en él, ¿Por qué están tan seguros?

-Verónica, él es hijo de los únicos portadores que cumplieron parte de la profecía, además los Nahuales de ellos eran los que estaban en los escritos, contesto Vladimir, quien se encontraba sentado y con sus piernas cruzadas bebiendo cuidadosamente una taza de té.

-Pero si no lo logra, todo esto será en vano, los demás ya comienzan a decir que el destierro de Dazel fue algo ideado para beneficios del consejo dijo Verónica volteando la cara hacia Vladimir.

Dan en ese instante decidió irse a su habitación, había escuchado demasiado y no quería ser descubierto, cuando se levantó choco contra algo que parecía ser un gran muro.

-Muchacho, ¿Qué haces fuera de tu habitación?

Era Karper quien iba llegando junto a su Nahual, Keras, el pasillo era lo suficientemente amplio para que los dos estuvieran uno al lado de otro, tomo al chico de la mano y lo metió dentro del salón.

-Miren lo que tenemos aquí, dijo Markus, si es el mismísimo Dan Sthone, es raro que tú te metas en problemas, siendo como eres. Casi todo el consejo estaba allí, pero los únicos Nahuales eran Keras y Hoprus, del consejo sólo hacía falta Gerald, que era rara la ocasión que estaba con ellos.

- ¿Qué hacías afuera muchacho? pregunto Vladimir con suma paciencia probando otro sorbo de su té.

-Yo, yo solo me perdi un poco, no era mi intención curiosear.

-Curiosear muchacho, tú has hecho algo más grave que eso, estabas espiando al consejo, y eso merece su castigo. Amenazo Verónica con una voz que mostraba su enojo.

-Lo siento, no quise escuchar nada.

-Y ¿Qué fue lo que exactamente escuchaste? preguntó Víctor.

-Solo los escuche hablar de ese tal Dazel, de allí no escuche nada más, ya me disponía a irme porque sabía que estaba mal lo que hacía.

Dan en su interior tuvo una corazonada por eso no les dijo todo lo que había escuchado.

-Te creo chico, tus maestros me han hablado bien de tí, en especial Markus dijo Vladimir.

Dan no podía creer aquellas palabras, Markus parecía que siempre los quería hacer sentir mal a él y a Gina.

-Markus, acompaña al muchacho a su habitación, Markus llamó a su Nahual, Manelf, tomo al chico de la mano, y lo llevó consigo.

En todo el camino hasta su habitación ninguno de los dos hizo comentario alguno, al llegar a la habitación de los chicos abrio la puerta del cuarto y dijo,

-No te metas de nuevo en problemas, esta vez tuviste mucha suerte de que Vladimir esté de buen humor.

-Entendido señor, el chico entro al cuarto, todos ya estaban acostados, se cambió de ropa y se acostó en su cama, quedo dormido mientras pensaba en todo lo que había sucedido esa noche.

Nahual - Espíritu ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora