Capítulo 10 Se puede... ¿O no?

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Un gruñido se pudo escuchar desde el interior de la casa de forma irregular. El muñeco no pudo evitar soltar una pequeña risa; no le extrañaba aquello, pues ya estaba acostumbrado. Y por supuesto que se esperaba la reacción de su amigo, una vez hubo abierto la puerta.

- ¿¡Quién carajos viene a molestarme ahora!? ¡Déjenme hacer mi música en paz, jodidos vagos!

- ¡Napstablook! ¡Ya te he dicho que no tienes que tratar a la gente de esa forma! Además, hoy traje a unos amigos, asi que con mayor razón.

- Pues yo no veo a nadie aquí, aparte de tu horrorosa cara.

El fantasma suspiró; a veces su amigo podía llegar a ser algo irritante. Se movió un poco hacia un lado, para que la mirada del contrario pudiera reparar en la humana, la cual estaba temblando del susto, y en la flor, la cual le lanzaba unas cuantas miradas de odio. Su mirada molesta, aunque aquello pareciera imposible, pareció adoptar aún más molestia.

- No puedo creer que me haya encontrado de nuevo con la humana bondadosa y con la flor mal plantada. ¿Ahora qué es lo que hacen aquí?

Nadie contestó, y el muñeco pudo sentir como la tensión cada vez se incrementaba más. Si no decía algo pronto, podría pasar algo malo.

- Bueno, ¿qué tal si en vez de recordar el pasado hacemos como que recién nos vamos a conocer?

- De todas maneras, no me interesa hablar con una humana y una ridícula flor -Dijo aquello de forma irritada, y se disponía ya a volver dentro. Sin embargo, algo lo detuvo.

Un gruñido comenzó a aparecer en el ambiente, el cual, para sorpresa del muñeco, no provenía de su amigo fantasma. Lo siguiente también le sorprendió, y bastante.

- ¿¡A quién diablos le has llamado ridículo!? ¡Para tu información, tengo el cerebro suficiente como para ayudar a Frisk a sobrevivir a canallas como tú, basura flotante! -Flowey ya no iba a aguantar más los insultos de aquel fantasma hacia ellos dos. Definitivamente, ahora le empezaba a caer aún peor que antes.

- ¿Cómo me has llamado, florecilla?

- ¿También estás sordo? -Le respondió la flor, con cierto asomo de diversión en una sonrisa.

Se habrían empezado a matar entre ellos, si Frisk no se hubiera puesto entre medio de ambos. Negó con la cabeza, diciendoles a ambos que aquello no llevaría a nada, con ese simple gesto. Aquellos desistieron, resignados a aceptar la realidad.
El muñeco, que había estado fuera de plano ya un rato, agradeció internamente la acción de la humana, pues ya le era muy difícil lidiar con el temperamento de su amigo.

Napstablook hizo un gesto desinteresado, dejando que ellos le siguieran dentro de su hogar.
Una breve descripción de este, sería: paredes con la pintura quebrada, el suelo levantado debido a la humedad, algunas cajas de música tiradas por ahí, y un escritorio con una computadora, que contrastaban bastante con el ambiente, que no era precisamente hogareño.

- Se ve acogedor... -Después de un largo rato, la humana habló, mostrando un pequeño asomo de sonrisa. Quizás, solo hablaba para romper un poco el silencio. Sin embargo, la respuesta del fantasma fue mucho más directa y sincera.

- No entiendo el motivo por el cual mientes, humana, pero aquí no es necesario. Esta casa es un puto asco.

La castaña tragó saliva, y luego guardó silencio. Tal vez lo más apropiado sería ahorrarse sus comentarios, dejandoselo todo al muñeco.

- ¿Por qué eres así de amargado, Blooky? La vida es mucho más bella de lo que piensas.

- ¡No me llames Blooky, maldito bastardo!

Knock Knock... (UF! Sans x Frisk) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora