SIXTEEN, (riverdale) [#1]

chapter twenty seven

Hera había pasado gran parte de la mañana intentando no pensar en que ocurriría si las cosas se llegarán a complicar entre ella y Jughead. No había conseguido prestarle atención a ninguna de las cosas que los profesores dijeron.

Al salir de la escuela decidió dirigirse hacia el tráiler de FP, Betty le había enviado un mensaje diciéndole que estaría con Verónica. No sabía que decirle o qué hacer, sus manos temblaban y se sentía como si fuera a desmayarse.

Golpeó su puerta y tras soltar un extenso suspiro, FP apareció tras la puerta, vestía, olía y se veía tan bien que se le hizo difícil no querer tirarse sobre él y besarlo. Pero tuvo que dejar sus ganas de hacerlo de lado y empezar a hacer lo que era correcto.

─Hola, linda. ─Habló él y la dejó entrar, ella se quitó su chaqueta para poder dejarla sobre una silla.

─Antes de que puedas decir algo ¿me dejas hablar a mí primero?

─Claro.

─Sí alguien me preguntaba hace un tiempo atrás si estaría con alguien mayor que yo, lo más probable es que le hubiera dicho que estaba loco y que necesitaba rápidamente medicación. ─FP rió ligeramente asintiendo.─ Pero lo nuestro pasó y durante todo este tiempo, no había sentido nada igual; adoro estar junto a tí e incluso, me gustaba estar con los serpents. Tú mundo cambió el mío, pero no puedo dejar de pensar en que si Jughead se entera lo perderé, es mi mejor amigo y si soy sincera, no creo que pueda estar sin él. ─el hombre asintió bajando su cabeza por solo unos segundos─ Anoche con solo verlo me di cuenta de que él era una persona irreemplazable en mi vida, sé que me odiará por siempre si sabe sobre lo que tuvimos y estoy segura de que en cualquier momento lo sabrá porque vivimos en un pueblo pequeño, pero no quiero que tengas problemas por ello FP, estás casado, por dios, y además, tienes una hija, una familia por restaurar. Y no quiero romper eso, no quiero destruirlo; no quiero que mi mejor amigo me mire con odio en el pasillo o que sienta asco hacia mí. ─Hera relamió sus labios─; Me gustas, demasiado. Pero lo nuestro, lo que tenemos, lo que supuestamente sentimos, es imposible; y aunque eso lo hace mil veces mejor, no puedo arriesgarme a más y tú tampoco, no quiero verte tras las rejas por mi culpa.

─Eres preciosa Hera. ─Habló él tras haber estado en silencio durante varios segundos, ella sonrió a medias y él se acercó para tomarla del rostro.─ Tan hermosa y joven, con un increíble futuro por delante. Sé que es hasta estúpido decirlo en voz alta pero hacía bastante tiempo que no me sentía tan a gusto con una persona y gracias a tí, muchas cosas cambiaron. Y sé que sabes que te quiero. ─te quiero, las palabras retumbaron en la cabeza de Hera como si fueran miles de balas, aquello cambiaba tanto las cosas.─ Pero tienes razón en todo, si Jughead se entera sobre esto, no serás la única que lo perderá, yo también lo haré y no quiero eso, no ahora que por fin estoy consiguiendo tener algún tipo de relación padre e hijo. Pero quiero que sepas algo, siempre voy a protegerte, nadie jamás va a lastimarte, porque lo impediré y arrancaré cabezas de quién lo haga. ¿Está claro?