chapter eight

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Era viernes y sus padres aún estaban en el trabajo, en cuánto llegó del colegio, fue hacia su habitación dónde comenzó a cambiar su vestimenta por algo más cómodo, un jean negro tiro alto junto con una remera blanca que lleva líneas rosa en el cue...

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Era viernes y sus padres aún estaban en el trabajo, en cuánto llegó del colegio, fue hacia su habitación dónde comenzó a cambiar su vestimenta por algo más cómodo, un jean negro tiro alto junto con una remera blanca que lleva líneas rosa en el cuello y las mangas, un par de zapatillas blancas y su bolso negro que colgó en su hombro.

Había acordado quedar con FP en el bar de los serpents por lo que pasó lápiz labial rosa en sus labios y un poco de perfume en su cuello, la puerta de su habitación se abrió dejando a la vista a Betty, quién entró a la misma como si nada observando a su pequeña hermana arreglarse.

─¿A dónde vas?

─A la casa de Giselle. Me quedaré a dormir allí, ya sabes, pijamada. ─dijo mientras se giraba a verla al mismo tiempo que tomaba su campera.

─¿Quieres que te lleve?

─Ni siquiera tienes auto, Betts. ─rió y su hermana sonrió asintiendo.

─Es cierto. ─rió por lo bajo poniéndose de pie, abrazó a Hera y besó su mejilla.─ Les diré a nuestros padres, de todos modos yo iré a Pop's con Kevin.

─Uh vaya, eso es completamente inusual. ─la rubia asintió riendo y amabas bajaron las escaleras, a veces Hera se moría por decirle todo lo que estaba pasandole pero Betty era capaz de decirle a Archie y él le diría a Jughead, y aquel moreno no volvería a hablarle nunca más en su vida.

─Nos vemos, H.

─¡Adiós, Betty!

° ° °

Entró a aquel bar y con sólo mirarlo por fuera había puesto sus pelos de punta, intentó no demostrar cuán pequeña se sentía en aquel lugar, divisó a dos chicas estar allí, viéndola como si ella fuera su nueva víctima.

Un hombre de cabello canoso y ojos negros se acercó a ella con una sonrisa que lograba hacer que Hera sintiera ganas de vomitar e irse de allí corriendo sin más. Detrás de él había un grupo de hombres que miraban la escena completamente atentos.

─Hola preciosa. ¿Qué haces en un lugar como éste? No es para las niñas lindas y con buen corazón. ─dijo tocando su brazo a lo que Hera lo apartó rápidamente evitando patearle en su miembro reproductor.

─No me toques y no me digas así. ─dijo ella sonando más brusca de lo que quería por lo que aquel hombre tomó su brazo con fuerza para hacerla quejarse ante tal presión, estaba por hablar pero alguien lo tomó de atrás y lo empujó haciendo que se golpee contra la barra.

─No vuelvas a ponerle un dedo encima. Y él que intente hacerlo la próxima vez me voy a asegurar de que sufra. ─FP al rescate, Hera lo miró sonriendo y su felicidad incrementó cuándo el la tomó de la mano para sacarla de aquel lugar, aunque simplemente la llevó a una área más privada, éste una vez cerró la puerta de aquella habitación fría, unió sus labios con los de ella.─ Ya estaba comenzando a extrañarte.

SIXTEEN, (riverdale) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora