🍥 • d o s

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⚊🍥⚊

「あれ」

Eran más de dos semanas desde que ChanYeol había visto a Sooyoung por última vez.

Joohyun se había molestado mucho con él al pensar que la había insultado luego de observar la manera en la que su amiga prácticamente había huído del lado de ChanYeol, con el rostro totalmente avergonzado.

Junmyeon le había preguntado en varias ocasiones que fue lo que le había dicho, porque era un hecho que tanto Joohyun como él no hablaban nada de japonés.

Pero ChanYeol era demasiado orgulloso como para decir que había sido rechazado tan espontáneamente por una chica de primer año, asi que simplemente permanecía en un profundo silencio, con una expresión desinteresada pero con el corazón ansioso.

Y era estúpido si se lo planteaba, porque a diario visitaba bares de mala muerte en las que chicas vestidas con trajes minúsculos de cuero se pegaban a su cuerpo pidiendo un poco de su atención.

¿Y Park Sooyoung?

Sólo quiso un jodido pañuelo.

Resopla malhumorado, Dara lo observó con una sonrisa coqueta en los labios, bajó su tarro de cerveza sobre la barra y posó su mano en el muslo de ChanYeol, cerca de su entrepierna.

—  Te ves frustrado hoy, ¿quieres divertirte conmigo? — Propone. ChanYeol la observa, sus perfectas cejas se arrugan porque no tenía humor para las propuestas de Sandara.

— No. — Responde escueto. Alguna rola movida de un grupo gringo suena de fondo y las luces amarillentas del bar alumbran el rostro atractivo y molesto de Sandara.

— Nunca quieres nada, ChanYeol. ¿Eres gay? Llevas tres años viniendo aquí y jamás te has llevado a alguna de nosotras a un motel. — Cruza sus piernas sobre la butaca de madera, que cruje por sus continuos años de uso.

— No soy gay. — Declara, sus ojos ruedan en sus cuencas mientras busca su billetera para pagar y marcharse de ese lugar. Ya no era lo mismo.

— ¿Entonces? — Insiste Sandara, extendiendo una mano para tomar la cazadora de cuero de ChanYeol.

El alto lo observa con sus ojos castaños, una expresión de superioridad surca su masculino rostro.

— ¿No lo entiendes? — Le cuestiona. — No quiero llevar mi pene a tu boca o la de cualquier mujer dentro de este bar, no te ofendas, pero soy joven para contraer infecciones.

La palma de una prostituta la tenía marcada en la mejilla derecha, se lo tenía bien merecido, se dijo, pero para ChanYeol era irritante cualquier persona que se le pegue como chicle.

No iba a negar que Sandara era una mujer preciosa, quizás demasiado para pasar cada noche en ese mugriento bar.

Pero las  cosas eran sencillas para él: No le gustaban las prostitutas, fin.

Con ciento veinte kilómetros por hora en el velocímetro de su motocicleta, se dice que su humor estaba demasiado nublado y confundido como para tener un accidente y matar o matarse en el intento de conducir con cierta cantidad de alcohol en su sistema, asi que baja concienzudamente la velocidad a cincuenta kilómetros.

Datsuzoku 🍥 ChanJoy • [ ちゃにょい ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora