🍥 • c u a t r o

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⚊🍥⚊

「この」

La mueca de repugnancia que ChanYeol le había dirigido a JongDae no le dio un buen presagio a SooYoung.

Ella sabía que la actitud de ChanYeol podía llegar a ser desagradable con las personas en su entorno; pero esa tarde, un mes y medio luego de su primera cita, sintió que ese visaje en particular era más que una simple molestia.

— Tú. — Articuló el alto. Como si le diera asco aludir a su profesor de matemáticas.

Aquel jueves, después de la última clase de SooYoung, ChanYeol había aparecido en la entrada de su pabellón con sus botas de cuero y el pantalón gastado y desteñido, totalmente en el papel de chico malo. Se había erguido del asiento de su motocicleta sonriéndole coqueto, logrando que el aire en los pulmones de SooYoung escape sonoramente en un suspiro.

Pero tal gesto había sido suplido prestamente por uno molesto cuando situó sus ojos en Kim JongDae, llevando dos libros de SooYoung en la mano derecha y su portafolio de cuero negro en la izquierda.

Se aproximó a ellos con cinco pasos largos y raudos y JongDae dio un paso delante, colocándose frente a ella.

— Alto ahí, señor Park. — Ordenó el profesor. — No tengo tiempo para tus rabietas infantiles. — Sentenció con ChanYeol superándolo por casi quince centímetros de altura.

El mismo soltó una pequeña risa, que lejos de ser alegre, fue sarcástica y llena de veneno.

— ¿Qué se supone que haces aquí? — Interrogó. — No enseñas en este pabellón.

— No es de tu incumbencia. —  Señaló el docente, tono neutral pero expresión condescendiente.

— ¡Sensei! — Se sobresaltó SooYoung, colocándose a su lado con sus enormes y expresivos ojos llenos de sorpresa.

— No te preocupes, Soo. ChanYeol no puede perjudicarte si yo estoy contigo. — Dijo, seguro de si mismo.

— ¿Qué? — Fue lo único que atinó a preguntar, confundida.

— ¿Quieres dejar de hablar como si yo no estuviese aquí? — El más alto rodó los ojos cansinamente.

El profesor, que la mayoría del tiempo era bastante alegre y amable, arrugó las cejas.

— No sé qué es lo que necesitas ahora, señor Park. Pero no tengo tiempo para ti. — Dictaminó, dispuesto a marcharse junto a SooYoung.

— ¿Quién querría algo tuyo? — Rechistó el alto, indignado. — Mi asunto es con SooYoung, no contigo. — Anunció, hundiéndo un dedo en el pecho del maestro, despectivamente.

El educador apartó el dedo de si mismo de un movimiento molesto, pero sin llegar a ser brusco. Miró al alto y alternó a SooYoung.

— ¿Se conocen? — Interrogó.

— Sí. — Se apresuró SooYoung, colocándose en medio de ellos. — Yeol y yo nos conocemos.

— ¿"Yeol"? — Repitió JongDae. — ¿Lo llamas informalmente? ¿Desde cuándo son tan cercanos? — Replicó, con una mezcla de enfado e incredulidad.

— Desde que estamos saliendo, por supuesto. — Alardeó ChanYeol, estirando la mano sobre el hombro de SooYoung y acercándolo a él.

El ambiente veraniego pronto pasó a convertirse en uno tenso. JongDae pasó sus pequeños ojos gatunos, estudiando la situación con cautela.

Datsuzoku 🍥 ChanJoy • [ ちゃにょい ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora