Datsuzoku 🍥 ChanJoy • [ ちゃにょい ]

🍥 • o c h o

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「どの」
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ChanYeol intentaba ser racional y se intentaba convencer de que los medios por donde consiguió información no eran del todo viables.

Maldita sea, ¿En qué universo tenía sentido creer algo que diga Oh SeHun?

Exacto, en ninguno.

Aún con el corazón ligeramente tembloroso observó a su novia, acostada en la cama del motociclista como si fuese la propia. Sus ojos se mantenían clavados en una revista de música que encontró en su perfectamente ordenada estantería.

Y ajá, no por vestir cuero o tener cierta actitud desagradable significaba que debía ser a fuerzas un hombre sucio y desordenado. En realidad era bastante ordenado y limpio.

Volviéndo a su novia, parecía que lo hacía a propósito, ya sabes, ponerse cada día más hermosa que el anterior adrede.

SooYoung era preciosa, su nariz era pequeña, su cabello largo y ligeramente rizado por el casi nulo cuidado que le dedicaba, sus labios eran gruesos y totalmente besables.

Su vista bajó inconscientemente al escote de su novia. Esa camiseta gastada le daba una vista bastante buena, su postura en ese instante le dejó observar los levantados glúteos que se marcaban bajo unos jeans nuevos que había adquirido recientemente, se fijó en su pequeña cintura, sus largas piernas, sus ojos observándolo con curiosidad...

—  Mierda. — Masculló, volviendo la vista a la maleta que estaba preparando y la risa de su novia lo dejó totalmente avergonzado.

— Desde aquí puedo ver tus orejas rojas, casi le alcanza a tu cabello. — Se burló, ChanYeol deseaba esconder su rostro en la tierra.

Pero, ¿por qué se sentía tan avergonzado de observar a su novia de esa manera?

Era ridículo.

Con eso en mente giró el rostro y la sonrisa burlona de SooYoung le sacó el aliento.

— ¿Te gusta lo que ves? — Inquirió SooYoung y su voz era más raposa adrede.

Ni siquiera podía formular una oración inteligente para responder a eso, su sistema sólo hacia de él lo que quería.

— Eres hermosa. — Declaró sin ninguna maldita duda y su mirada se quedó clavada en los de Joy, quien sólo soltó una pequeña sonrisa satisfecha y siguió leyendo la revista.

ChanYeol devolvió su vista a los pantalones que estaba doblando y se preguntó cuando demonios su novia se convirtió en alguien con tanta confianza. Si volvía al pasado SooYoung probablemente quedaría roja como un tomate y no recordaría ni como ponerse de pie ante un comentario como ese.

Y ahora lo ignoraba.

Sólo wow.

—  ChanYeol.

Giró su cabeza automáticamente y antes de decidir entre los calcetines grises o blancos, Joy acercó su rostro y lo besó.

Y ahí estaba nuevamente su sistema haciendo lo que quería de él, sólo llevando por naturaleza sus manos por ahí y por allá, Joy no pudo evitar separarse un poquito y reír ante la torpeza de ChanYeol.

— ¿Qué haces? — Cuestionó con diversión.

ChanYeol frunció los labios.

— No soy yo. Eres tú, me haces torpe, no puedo nisiquiera controlarme cuando haces cosas como esas. — Gruñó, humillado.