Entonces...¿cuando? ⚪YoongixNamjoon⚪ [TERMINADA]

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Se sentó, solo un par de rayos de sol entraban por su ventana ya que las cortinas estaban cerradas.

Miró pensativo un punto de su cuarto. Otra vez, esta noche, se habia despertado sin saber la hora, sintiendo unos brazos envolverle con cariño,si, podria haber abierto los ojos y mirado quien era, pero tenia miedo de que, fuese quien fuese, se fuera. El abrazo nocturno le daba una sensación de nostalgia, tal vez algo de pena. Pero como siempre, parece que quien le abrazaba se diera cuenta de que estaba despierto, y dejaba suaves caricias en su espalda. No sabia cómo, pero volvía a quedarse dormido aun sin quererlo.

Por la mañana su habitación no cambiaba nada, todo estaba como lo había dejado,entonces ¿quien era el que le abrazaba?

Un suspiro salio de sus labios y se levantó poniendose sus zapatillas. Con pereza, bajó a la cocina para ver qué era lo que iba a preparar.

No es que los padres no estuvieran en casa del chico, pero se repartían las tareas. Preparó cualquier cosa, no lo penso demasiado. Se sirvió un poco y se sentó en la mesa, dejando lo que quedaba tapado para que no se enfriase, y empezó a comer.

Mientras comía, algo le llamó la atención cuando miró por la ventana, se levanto rápido y fue al jardín, quedandose incrédulo. ¿Desde cuando estaba eso ahí? No recordaba tener un rosal, y menos uno tan extravagante.

Cada flor, era de un color o mezcla de este, dandole un aspecto muy colorido, sin embargo, había algo aun más extraño, cuando se acerco a inspeccionar, las flores azules eran las únicas que parecian estar marchitándose.

Él, como se puede predecir, corrió a casa y despertó a sus padres, despues corrió tirando de ellos al jardín enseñandoles su descubrimiento.

-Pero Nam, eso lleva ya mucho ahi- dijo su madre aun medio dormida, bostezando.

Les miro boquiabiertos, con una clara expresión de confusión. Algo no encajaba. El podia asegurar haber hasta investigado cada flor del jardín, no podía simplemente haber no visto aquel rosal si ya llevaba mucho tiempo.

Se disculpó con sus padres pensando una posible respuesta, sentandose, como todos los dias, bajo el robusto roble.