2 Universidad pt.2

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CAFETERÍA DE LA UNIVERSIDAD

Los dos chicos de cabellos obscuros se acercaban peligrosamente a el cuarteto de amigos al cual disfrutaban molestar, sabían que no era la mejor manera de conseguir lo que querían, sin embargo, no conocían otra forma de llamar la atención de aquellos muchachos que a su vista eran tan magníficos.
Así es, ellos gustaban de dos de aquel grupo de cuatro. A su punto de vista los dos chicos eran inigualables en todo, eran hermosos, talentosos y amables; el negar el cariño que les tenían era algo que se negaban a hacer, claro, solo de manera privada.

Ahora se acercaban a ellos causando un choque que hizo que el helado del peli-gris cayera, y abría terminado en el suelo de no ser porque él chico que sentía cariño asia él lo tomo.

-se te callo-dijo el azabache levantado un poco el helado -g-gra-gracias- el nerviosismo del chico de sonrisa cuadrada era evidente y esperado, aún así intento tomar su helado de vuelta -¿quien dijo que podías tomarlo?- el de pelo negro buscaba fastidiarlo, por lo que tomó su muñeca de manera brusca -vamos Suga, no seas tan malo, ¿no vez que el pequeño niño quiere su postre?- bromeó mientras el otro se soltaba del agarre -¡ya dáselo!- exigió el bajo en estatura. -¿o que? ¿Nos golpearas con las nubes que tienes por manos?- el pálido le reto tomando también el helado de el de mejillas grandes.

Después de eso los dos muchachos se alejaron comiendo los helados que les acababan de quitar a los chicos. Dirigiéndose a una mesa desocupada, comenzaron a aguardar por los otros dos pertenecientes de su grupo. De cierto modo se sentían mal por hacerle algo así a esos chicos, pero por la educación que habían recibido, realmente no conocían otra manera.

-¿ahora que hicieron?- la chica llegó sabiendo que algo había pasado, no se quedaría callada, ese par podían ser sus mayores, pero las formalidades eran olvidadas por completo gracias a la confianza que había. -no puede ser, ¿les robaron los helados?- después de ver a dos de los chicos de aquel grupo sin helados mientras los otros dos si los tenían, y ver a sus dos amigos con unos de los sabores favoritos de aquellos a quienes les faltaban, no pudo evitar quejarse.
Rápidamente sin esperar la respuesta, pues ya la conocían, el peli-morado junto a la castaña, se levantaron yendo a la barra de postres en el lugar.

El joven de brazos anchos acariciaba la espalda de el peli-rosa mientras que el menor de todos abrazaba al de sonrisa geométrica, todos ignorando sus helados, que para entonces ya se habían derretido. Todos estaban más que enfadados con aquel par, la frecuencia con la que eran molestados por ellos era demasiada.

Después de varios minutos así, vieron acercarse a un joven alto y moreno de cabellos morados junto a una chica de cabellos castaños, ambos sostenían dos helados cada uno, de los mismos sabores que ellos habían tenido.

-hola, lamentamos lo qué pasó- el peli-morado fue el primero en hablar hacia los cuatro chicos sentados. - trajimos esto para ustedes como un mal intento de disculpa- la chica hablo estirando sus brazos al mismo tiempo que su compañero para entregar los postres. -¿creen que dándonos los helados que perdimos se solucionará todo?- el mayor de todos tenía una rabia increíble. -por eso dijimos mal intento de disculpa- la única mujer en la mesa respondió, sin embargo, ella no estaba prestando atención al chico de hombros grandes. Ella solo podía ver al chico de cabellos rojos, con quien estaba imnotisada en un contacto visual del que por alguna razón nadie se daba cuenta. Ambos envueltos en ese momento no eran consientes ni siquiera de que el otro también los veía.         

-Gracias- el de cabellos grises se olvidó d su enojo, pues de todas maneras el gesto de ir y comprar los helados y haberse fijado en los sabores que tenían no solo sus propios amigos por tener los robados, sino que también los de los dos restantes era un gesto que a él le parecía bueno.
Los dos que estaban de pie entregaron los helados correspondientes a cada chico y se dispusieron a retirarse, pero él castaño habló para detenerlos -espera- ambos se voltearon para ver a quien los paraba -¿puedo hablar contigo por favor?- ambos amigos sabiendo de sobra que se refería al de cabellos morados hablaron para acordar que hacer -be con Suga y Hope, iré en unos momentos- el chico señaló a su expectante amiga que hacer para que no se preocupara recibiendo un -bien, no tardes mucho, debemos golpear a aquellos imbeciles-
Ninguno de los jóvenes pudo resistir la pequeña risa ante el comentario de la de cabellos largos, quien se retiró pocos segundos después.

Luego de levantarse de la mesa el de hombros anchos guió al de piel morena a una esquina de la cafetería para hablar sólo ellos dos. -prometiste que harías que pararan Namjoon- el descontento del mayor era evidente.
-lo sé, traté, pero no hay nada que pueda hacer, hablar no sirve con ellos, y en realidad no sabrían de que otra forma actuar- el             peli-morado hablaba con sinceridad, sus amigos no eran personas con las que puedes razonar.
-bien, ¿pero por qué nos molestan a nosotros? ¿Te haz dado cuenta de que no molestan a nadie más? Al menos quiero saber la razón Namjoon-
-lo siento no la sé, y por favor no me llames Namjoon, me ace sentir que me odias- el menor estaba dolido, que el chico que le gusta lo llame de la manera a la que él está acostumbrado a escuchar solo cuando hay odio de por medio lo hería.
-lo lamento, pero de verdad me preocupo por mis amigos, los van a lastimar, ¿podrías intentar que nos eviten aunque sea? Lo apreciaría mucho-
-lo intentaré pero..... lo creo demasiado difícil, prometo hacer lo que sea necesario- él estaba decidido, protegería a su amado bajo toda costa.
-de verdad lo aprecio, y quisiera preguntar, ¿por qué te importa tanto ayudarme, o que te llame por un nombre que asocias con odio? ¿Que me hace tan importante?- la pregunta descoloco mucho al moreno, no podía decirle que haría todo por el por qué lo amá, eso sería confesarse, y era demasiado cobarde para eso.
-lo lamento, no hay una razón en concreto, y será mejor que me vaya- así fue como se excusó para ir con sus amigos a la mesa a paso veloz por el nerviosismo. Llegando el castaño pudo ver como le daba un golpe en la cabeza a sus amigos responsables de tales actos. Después de eso el mayor río un poco. En verdad esperaba otra respuesta por parte de aquel chico, la respuesta dada lo hizo sentir como si sus sentimientos jamás serían correspondidos.

Gracias por todo

-assenie fuera-

Los ocho semi dioses [BTS,jungkook y tú,Namjin,yoonmin,hopev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora