Conciencia

15 0 0
                                        

Con estos textos que remito
por un ritmo de controversia,
los últimos versos escritos
se convierten en mi conciencia.

Dame calor,
que los pájaros silban nuestra canción,
dame amor,
que me ampare por los caminos,
dame cariño,
abrázame como si fuera un niño.

Los rosales se marchitan
en cada noche de luna llena,
en este desierto de arena,
en esta guerra de guerrillas
sin soldados ni enfermeras,
esperando a que caigan
los últimos pétalos
mientras sueñas.

Tú sólo duerme, campanilla,
que yo vigilo,
por si viene la luna
a dormirse en tu ombligo.

Te canto una nana,
te cito un poema,
y con estos versos
me despido con una promesa:
"Que vengan a por nosotros,
que busquen a mi princesa,
yo te llevaré lejos
a cambio de tu sangre
por mis venas".

Mes a líneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora