Enemigo

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Maldigo los días de quebradero,
los días sin voz con desenfreno,
de exponerme al mundo,
desnudo, entero,
por derrumbarme por dentro,
por ser esclavo y perecedero
de una mente retorcida
que me oscila cual titiritero.

Me niego a perdonarme,
me obligo a exponerme.

Me corto las alas,
me pongo la coraza,
me coso la venda
que tantas heridas me tapa,
me pinto las señas de guerra,
amarro la bandera,
por dentro no estoy tranquilo,
sólo lo aparento por fuera.

Cojo mi lanza,
la agarro con fuerza,
me lanzo al ataque:
una desesperada sin defensa.

Termina el conflicto,
alguien enciende la luz,
entre oscuridad me encuentras,
afligido,
sé que has sido tú.

Despierto y no hay heridos,
sólo alma,
sólo interior,
mi lanza está rota y quebrada de lucha,
mi cora está triste y no atiende escuchas.

"Ya está bien",
dejé de recordar,
vacié el recipiente
de todas mis inseguridades,
pronto se llenará de tu luz,
de nuestro cielo destellante.

"Levántate",
empecé a olvidar
cuál era el agravante,
porque nunca hubo tal enjambre,
ni guerreros con espada
ni bestias de ninguna parte,
sólo era mi propia cabeza
intentado asfixiarme.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2018 ⏰

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