Mes a líneas

Y se terminaron los mensajes
y sus noches de paseo,
ya no queda nada,
ni las caricias de su pelo.

Los bancos de los parques,
las esquinas de las calles,
se han quedado huérfanos
sin las visitas de los cantantes.

Los días a borbotones
con los meses de venganza,
más,
caprichoso reloj que no avanza
por la espera insana de su añoranza.

Versos en las calles,
besos en las mejillas,
respuestas en clave
que te dejaban sin saliva.

Búsquedas nocturnas,
siguiendo versos de papel,
tus pasos bien encaminados,
se quedaron,
como bocetos en una pared.

Y ni la noche ni el día,
y su paso indomable,
podrían darle la vida
a este poeta irrespetable.

Las risas de sus gracias,
los delirios de mis tonterías,
los besos en la frente
calentando mi nariz fría.

Sus dedos congelados
y el frío de noviembre,
sostenían las manos
de los labios más urgentes.

Noches en calma
escribiendo poesía,
retratando su esbelta silueta,
recreando el vals de su melodía,
recordándola
en los versos de esta libreta.

Que ya nada queda
sin el sonido de tu hablar,
que ya no queda nada
sin el ruido de tu andar.

Quemémoslo todo
por esta reciente herida,
no digamos "adiós"
sólo digamos "hasta la vista".

Pero este mensajero de poetas
está cansado,
cansado de mirarte
en los pasillos al lavabo,
cansado de esquivarte
en las calles del pasado,
pasado que me persigue
con un puñal en la mano.

Preso del folio,
de tus caricias, de tu querer,
ansioso de tu regreso,
de las fotos al atardecer.

Pregúntenle a Neruda,
¿Qué deseaba entre sus brazos?
díganme a mí,
¿Qué hago con las noches en pedazos?

⚡ 26/12/15