Esta es la cuarta parte de la historia.
Louis Tomlinson, es un temible alfa multimillonario y muy poderoso. A lo largo de su vida se ha ganado muchos enemigos y también a levantado muchas envidias. Un día todo cambia y de un momento a otro se encuen...
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Harry y Louis dormían plácidamente y abrazados después de pasar una larga noche de celo, en la que hasta caer exhaustos habían hecho el amor intensamente.
De repente el sonido del teléfono los despertó y Louis estiró su brazo cogiéndolo de la mesita de noche.
—Si diga —dijo con los ojos aún cerrados y sin mucha energía.
De repente abrió los ojos, miró a Harry y se sentó en la cama.
—S-Si ... si ....y-ya vamos para allá, tra-tranquilo, cha-chao.
Harry se incorporó sin entender nada.
—Cielo pe-pero ...¿q-que es lo que o-ocurre?, ¿Q-Quién es?.
Louis colgó y se levantó rápidamente, empezando a vestirse atacado de los nervios.
—Amor... quieres de-decirme que demonios p-pasa.—dijo Harry alterado por ver a su alfa tan preocupado.
—¡Ya vi-viene...ya viene!....
—¿Quien vi-viene Louis?—preguntó el omega levantándose también.
—La b-bebé... ya viene la bebé de Da-Darcy....nu-nuestra primera nietecita ya va a na-nacer.—consiguió decir finalmente.
El rizado abrió más sus ojos como si hubiese visto un fantasma y comenzó a vestirse también rápidamente.
—A-Aún le f-falta un mes—dijo el omega extrañado.
—Si pero Niall me ha dicho que ha sentido un dolor muy fuerte y han ido al hospital. Allí le han dicho que se le había adelantado el parto.
—Oh Dios, te das cuenta cielo, ya vamos a ser abuelos—dijo Harry con lágrimas en los ojos.
—Si mi vida claro que me doy cuenta..., anda ven aquí—dijo parando y estirando los brazos para abrazarlo— ¿sabes? me siento feliz y asustado pero me encanta esta sensación y aunque ésta bebé no sea de mi sangre, la siento como parte de mí igualmente y se que Ed donde quiera que esté, estará orgulloso y muy feliz por Darcy y por todos nosotros.
—Te amo Louis—Dijo Harry abrazandose a él— Eres un alfa realmente maravilloso y cada día a tu lado es el más hermoso de los regalos.
—Yo también te amo pero...—dijo el ojiazul dándole un corto beso— a-ahora debemos irnos ya corriendo al hospital.
El ojiazul condujo la camioneta por la carretera solitaria pues era otoño y aún no amanecía y rápidamente llegaron al hospital, bajaron y corrieron a urgencias donde el omega ojiazul esperaba nervioso.
—Niall, ya estamos aquí. ¿Sabes algo más?—preguntó Harry nervioso.
—Si al parecer se ha dado la vuelta y está de nalgas ejerciendo presión. Van a practicarle una cesárea.