55. Esperando a mi omega-Cuarta parte-L.S.-Omegaverse. Terminada

Trece

Advertencia:

Este capítulo es muy triste y me costó horrores hacerlo ya que las lágrimas no cesaron de salir de mis ojos, impidiendome ver la pantalla mientras mi mente lo imaginaba.

Espero que os guste.

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El verano estaba siendo tranquilo, romántico y feliz para los Stylinson y aunque abundaba el trabajo en la explotación, Harry y Louis veían crecer su patrimonio sin problemas pero siempre encontraban el tiempo necesario para disfrutar de la compañía de sus hermosos hijos.

William con once años ya, era un niño muy inteligente aunque no tan inquieto y curioso como lo era su hermana, era igual de fuerte pero dependiente y muy sensible.

Al igual que su Darcy, el niño adoraba a su caballo y se preocupaba de todo lo referente a él, su cuidado y alimentación, le encantaba peinar sus crines, así como montarlo en el cercado pues campo a través le daba aún algo de miedo y hablarle.

William estaba muy unido a su equino, por lo que cuando un mal día este se enfermó, el pobre niño lo hizo también.

Sus padres estaban muy preocupados, pues el caballito a pesar de todos los cuidados del veterinario y los suyos propios, no parecía tener mejoría.

William por el contrario gracias al médico del pueblo si mejoró, aunque cada vez que preguntaba por su amigo y le decían que iba mejor, él sabía perfectamente que le estaban mintiendo, conocía cuando Harry y Louis e incluso su hermana no le decían la verdad.

Tras unas semanas, el pobre caballito finalmente se murió, Harry y Louis no supieron como darle la noticia a su hijo, ya querían evitarle ese dolor pero les fue inevitable que éste lo descubriese.

A partir de ese día el niño ya no fue el mismo, tenía muchas pesadillas e incluso se levantaba en las noches e iba al establo donde se acurrucaba en medio del heno, donde estaban Luna y Rayo.

William empezó a no querer ir a la escuela, ni salir a jugar con Coco o incluso con otro potro que Luna tuvo poco después, le daba igual que sus padres lo regañasen, era como si fuese otro.

Apenas comía y con el pasar de los días, ni siquiera pronunció palabra alguna, solamente quería estar en su habitación, tumbado en su cama, triste y mirando al techo.

Sus padres ya muy preocupados por su actitud y finalmente decidieron llevarlo al pueblo, para que un psiquiatra lo revisase.

El doctor Smith así lo hizo y tras estar casi una hora con él, le diagnosticó una severa depresión.

-Señores Tomlinson, la depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo que afecta a niños muy sensibles como William. La falta de madurez emocional y la falta de recursos para manejar sus propias emociones, hace que la depresión infantil pueda interferir altamente en su desarrollo. El tratamiento de la depresión infantil puede ser sólo a través de psicoterapia, o bien, combinado con fármacos. A nivel psicológico se incluyen técnicas cognitivo-conductuales con las que William pueda detectar y modificar sus distorsiones acerca de cómo interpreta ciertos acontecimientos. Y a su vez, se le enseñara a manejar adecuadamente sus emociones pero es un trabajo constante y debemos actuar cuanto antes.

-¿Qué es lo que nos está tratando de decir?, ¿Qué recluyamos a nuestro hijo en un sanatorio mental?-dijo Louis algo nervioso.

-Señor Tomlinson, yo solo trato de decirle que William irá a peor si no se le trata, cada vez irá aislandose más de la realidad y hundiéndose más. Su trastorno podrá convertirse a la larga en la pérdida total de sus facultades mentales.

-¡Oh Dios no por favor!, haremos lo que sea doctor Smith, mi hijo no puede perder la razón para el resto de su vida, eso es monstruoso, ayudenos por favor-suplicó Harry desesperado.

-Claro que los ayudaré- dijo el rubio alfa-debemos actuar cuanto antes.

El pequeño permanecía en la sala de espera junto a la enfermera que trataba de entretenerlo, mientras sus padres hablaban con el doctor, ésta amablemente le entregó unas revistas para que las ojease.

El niño en un principio las miró pero no las abrió, hasta que la inocente omega insistió.

-Míralas William, verás como te gustan mucho, hay fotos muy bonitas.

Entonces él cogió una de ellas y el resto las dejó en la mesilla y empezó a ojearla, todo iba bien y hasta sonreía pues le gustaban los monigotes y los dibujos que había en ellas.

De pronto pasó una página donde había unas fotografías donde unos caballos y sus crías trotaban felices, tras pasar otra, el niño reconoció un potro exacto al suyo y entonces de repente tiró la revista al suelo y todo lo que había encima de la mesa, empezando a gritar.

La asustada enfermera omega, se acercó para ver qué le pasaba e intentar tranquilizarlo pero éste
empezó a golpearla.

El terapeuta y sus padres salieron del despacho rápidamente pues acababan de escuchar los golpes y gritos, Louis y el doctor lo sujetaron, mientras Harry ayudaba a la omega que estaba en el suelo adolorida.

William estaba como loco, sus ojos estaban idos, su mandíbula endurecida y tenía los puños cerrados, entonces el médico miró muy preocupado a sus padres y con tristeza asintió.

- A esto me refería señores Tomlinson. Cuando la depresión es muy profunda, el siguiente paso es la violencia. William debe ingresarse cuanto antes, no hay tiempo que perder, lo siento mucho.

Harry lloraba desconsoladamente y Louis lo abrazaba y le acariciaba la espalda mientras regresaban al coche, después de dejar a su querido hijo, vestido con la ropa de la clínica mental y en aquella habitación tan blanca y tan fría.

-Tranquilo mi amor, ahí en ese lugar lo van a atender bien y nuestro pequeño volverá a ser el mismo.-dijo Louis.

Entonces el omega ojiverde lo miró con las mejillas y los ojos llenos de lágrimas.

-¿No te das cuenta Louis?, de nuevo está sucediendo. Volvemos a tener que alejar a uno de nuestros hijos. Por un motivo o por otro, parece como si el maldito destino no quisiera que nuestros hijos estén junto a nosotros. Creo que esto es un castigo por nuestros actos.

El alfa ojiazul se quedó parado pues pensándolo bien Harry podría tener razón y quizás fuese por él.

- Quizás la vida me está pidiendo cuentas por todo el mal que hice en mi vida anterior en los Ángeles y lo estamos pagando con el sufrimiento de nuestros hijos.

Harry no se había referido a Louis en concreto, él también creía haber hecho muchas cosas mal, la verdad era, que el omega necesitaba buscar una explicación a lo que estaba sucediendo pero pudiera ser que nunca la encontrase o que ni siquiera la hubiese.