Where are you?

Capitulo 9

"¿Que mierda es lo que acabo de ver?"

Su rostro mostraba una gran sorpresa y miedo, acababa de presenciar como asesinaban al tipo que conducía, volvió a sorprenderse, de nuevo "Sara" ataco al que acompañaba al chofer. Pasando el filo de su arma por su garganta, sonrío sádica, nunca olvidaba las reacciones al  morir de sus víctimas.

El azabache abrió la puerta y saco el cuerpo del chofer, dejándolo caer por el barranco del que estaba cerca, rápidamente se posiciono en el lugar del fallecido y freno de golpe el auto. Provocando sacar del trance al rubio, por el repentino freno.

─ Rápido, ya debieron darse cuenta ─ ordeno el chico, saliendo del auto, seguido de su gemela.

El rubio también salio mirando con sorpresa a los azabaches, estos se dieron cuenta de como los miraba.

─ ¿Qué? 

─ ¿Qué son ustedes? Exijo una explicación ─ declaro serio, pero....... La seriedad le duro tan solo unos segundos, de repente sintió el ambiente frío y tenso, causándole escalofríos. Los miro detenidamente, sintiéndose una presa indefensa ante esas miradas carmesí.

Se sintió como un pequeño roedor, en el chico sintió la presencia de una serpiente, y en la chica la intimidante presencia de un cuervo.

─ ¿Quién te crees para exigirnos algo? ─ la fría respuesta de Shun lo heló por completo, poniéndose mas nervioso, aumentando la arrogancia de el chico.

Sarada se había quedado quieta observando a Boruto, desvío la mirada al bosque. Observando un "pequeño" pueblo, que la mayoría desconocía.

─ Para dejar en claro esto, Uzumaki─ hablo llamando la atención de los chicos ─ El es Shunsuke ─ señalo a su hermano ─ Yo soy Sarada, somos gemelos, mas no sabemos nuestro origen. Asi que si quieres sobrevivir los siguientes dias que pasemos juntos, te sugiero que sigas nuestras órdenes — Boruto suspiro para relajarse, asintiendo a la petición de Sarada.

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En el centro del gran bosque, existía una ciudad escondida, debajo del suelo.

Los menores se dirigieron hacia allí para resolver un asunto por parte de Sarada, Shunsuke no sabia nada de lo que planeaba.

Observo sus manos, a pesar de asesinar a sangre fría, siempre tenia ese remordimiento. Lo tenia muy en claro, el asesinato no era lo suyo, dudaba en atacar, y si lo hacía, era para ser mas fuerte y proteger a su hermana.

Nunca mas dejaría que la alejaran de el, no otra vez.

Entraron por el pasadizo secreto, caminando entre las abundantes calles, llenos de casinos, bares, prostíbulos, en fin, un mundo de perdedores.

El rubio miraba todo con sutileza, el ambiente no era apropiado para su edad, miro a los azabache, estos caminaban cabizbajos.
Intentando pasar desapercibidos, bajo la cabeza siguiendo su ejemplo.

— Oye tu

La azabache volteo a ver al hombre que la había tomado por el hombro con indiferencia.

— Es demasiado linda — se acerco el otro hombre que acompañaba al castaño que le había tomado del hombro a la chica.