Where are you?

Capítulo 6

— Tienes que estar bromeando Naruto — el nombrado los miraba a ambos serio, algo muy raro en el.

— Lo digo muy encerio — afirmo mirando a su esposa, Hinata asintió ante la petición de su marido.

Boruto miraba incrédulo a sus padres, es decir, eso ya era demasiado, además de mucha humillación a su persona.
Volteo a mirar a su izquierda, encontrando la mirada siniestra de su hermana menor sobre el.

— Hay veces que eres un idiota Onii-chan, pero esto los sobrepasa — Himawari comentó abrazando aún más a su oso.

"Debí haber dicho si al principio, me hubiera ahorrado esta humillación" pensó resignado.

→→→→→→→

Kakashi miraba el recado que le habían dado sus pupilos, además de mirar a los gemelos entrenar con armas.

— Mañana — miro la fecha de el recado.

Shunsuke afirmo esquivando por los pelos un ataque casi certero de su gemela, a su costado.

— Mucho drama para solo una disculpa — hablo con la misma pereza que lo caracterizaba.

Sarada con el mango de su espada golpeo suavemente la frente de su hermano, dando por terminada el combate.

— Bien hecho Sarada — felicito sin interés el adulto afilando unas cuchillas.

La nombrada no hizo caso al halagó, y solo se fue a una esquina a meditar.

— Lucho mejor cuerpo a cuerpo, las armas no son lo mío — murmuró Shun haciendo lagartijas.

— Es necesario practicar de todo, Sarada es buena en combate con armas a larga distancia, además de manejar muy bien la katana, pero su falla es cuerpo a cuerpo — hablo el peliplata sin interés mirando a la azabache, para luego posar su mirada en Shun — En cambio, tu eres un genio en combate cuerpos cuerpo, y con armas a corta distancia, tienen sus fallas pero sus virtudes las complementan — finalizó sonriendo un poco.

Sarada entre abrió su ojo derecho al escuchar sus fallas, lo cerro de nuevo, concentrándose en relajarse. Shunsuke dejo de hacer lagartijas, para mirarlo serio, se alejo y comenzó a golpear un saco de arena.

El peliplata suspiro resignado, mirando a su lado a su sobrina, sonrió de medio lado al verla sonrojada, Kano miraba disimuladamente a Shun, sonrojándose ante lo lindo que la vista le daba.

— Dile lo que sientes — murmuro a la peliceleste, esta se sonrojo a mas no poder y empezó a murmurar incoherencias.

— Q-que di-dices tío — Kakashi solo entre cerro los ojos, ambos se friendozoneaban — Aun estoy en la escuela elemental, ahora el va a la secundaria, hay mas chicas líneas que le gustaran — Kano suspiro derrotada.

— Si no das el primer paso, te lo quitaran — aconsejo tranquilo, sacando de repente un peculiar libro verde.

Así es señores, Iccha-Iccha Paradise.

Kano miro con los ojos entrecerrados a su tío, desde hace tiempo comprendía muy bien el por que sus padres no dejaban que lo conociera.
Además de ser un asesino profesional, era un pervertido de primera.

Volvió a mirar al azabache, este se secaba el sudor de su frente con una pequeña toalla, sonriendo de lado al ver el tan magullado saco.

Suspiro enamorada y siguió con lo suyo.
Un recuerdo llego a su mente, inspeccionó a ambos gemelos, y asintió a su teoría.

A veces pensaba que ellos eran muy similares a el dúo Ackerman, de su anime favorito Shingeki no Kyojin, pero Shun era casi similar a Mikasa, no en la inseguridad sino en como a veces se deja llevar por los sentimientos.
En cambio Sarada se parece mas a Levi, ya que no le importan muchas cosas y solo se concentra en lo importante.

Volvió a asentir a su teoría, dejando un poco desconcertando a su tío, Kano dirigió su mirada a el, y volvió asentir desconcertando aun mas a Kakashi.

Si sus amigos eran el dúo Ackerman, su tío definitivamente sería Kenny Ackerman.

→→→→→→

....Al día siguiente....

El trio Hatake esperaba fuera de la dirección, los 3 peliplata suspirando aburridos, ya que nadie había llegado.

— No llega nadie — murmuró un tanto fastidiado el adulto.

— La misión término temprano era normal llegar acá rápidamente — comentó Shun fastidiado.

— La misión término a las 5 de la mañana, es normal quennadie aun llegue — aclaro neutra Sarada leyendo un libro.

Ambos peliplata rieron un poco, bueno en eso tenia razón la peliplata.

— Me volveré viejo a este paso — comento desanimado recargándose en la pared.

— Tienes 26 — recriminaron tranquilos y sin importancia al adulto, este los miró incrédulos.

— Además de un solterón — murmuró neutra Sarada, Shun reprimió una carcajada, mientras el adulto entre cerro la mirada.

— Pero las mujeres le sobran, el que no escoja a una es su problema — animo al adulto Shun, este lo miro esperanzado, al menos unos de sus pupilos confiaba en él.

De repente escucharon unos pasos acercarse, dejando ver a un anciano y a una secretaria azabache detrás de el.

— Buenos días — hablo Hiruzen entrando a su oficina, su secretaría saludo tranquila al trio peliplata.

Kakashi se desconcertó ante la belleza que se encontraba delante de el.

— Usted debe ser Hatake Kakashi ¿verdad? — pregunto amable al adulto, este asintió recuperando la compostura. — El señor Uzumaki y su hijo llegaran en un momento por favor tomen asiento en la recepción — abrió la puerta y se adentro connun pequeño sonrojo.

— Que hermosa — murmuro Kakashi viendo a Shizune sentarse en su silla.

Ambos gemelos sonrieron de medio lado.

— Ya encontraste a la indicada con quien cumplir tus fantasías — murmuró Shun altanero, recibiendo un asentimiento por parte del adulto.

— Shizune Hatake, no suena mal para ti, solo pedimos que no la hagas gemir tanto — murmuro arrogante Sarada, mirándolo con sus típicos ojos entrecerrados, el adulto volvió asentir.

De repente Shizune sintió un escalofrío en su persona, miro al trio que se encontraba sentado, y desvío la mirada negando.

Ambos gemelos tenían algo pervertido, inculcado por el mismísimo Kakashi.

→→→→→→

— Esto es una tontería Naruto — murmuró tétrico Sasuke, además de que compartía lanmisma mirada que su esposa.

Boruto miraba el suelo muy avergonzado.

Que sus tíos precensien la disculpa ante los gemelos, su padre había exagerado.
Además de que Sasuke y Sakura se habían negado rotundamente, al final aceptaron de mala manera, solo porque Naruto empezó a rogarles de una manera exagerada.

A veces su padre no sabia lo que era el orgullo.