REGALO

16 4 0
                                    

Los días pasaron mas rápido de lo que pensaban, entre sexo en el cuarto, en la sala y todos los lugares de la casa, y las demás actividades, ambos cuantificaron su tiempo disfrutando de ambos.

La fiesta de Kai estaba a unos días, pero Timo no había prestado atención a eso. Se había desvívido por su novio que se le había olvidado por completo.

La semana estaba por terminar y los días que restaban los tenían libres, nada de ensayos, ya que la empresa estaba en proceso de reclutamiento y le había dado a los trainers algunos días ya que las instalaciones iban a usarse y no  querían verlos distraídos por alboroto de las audiciones.

Ya era tarde y no habían comido nada, así que los estómagos de ambos estaban rugiendo tan fuerte que competían con los gemidos que Timo soltaba con cada embestida que le daba su novio.

Ya descansando y tratando de recuperar y normalizar la respiración, ambos se encontraban tirados en la cama, uno frente al otro, sonriendose de forma pícara.

- Será mejor que vayamos a comer algo- comentaba Junhyuk a su novio, mientras limpiaba el sudor de la frente del menor.

- Vale, pero no quiero ir todo sudoroso- levantándose de la cama y mientras jaloneaba al mayor - vamos a darnos un baño - con una sonrisa picara lo guiaba a la ducha.


- Todo estuvo delicioso- comentaba el menor mientras acariciaba el muslo del mayor de forma desvergonzada debajo de la mesa del restaurant en donde fueron a comer.

- Será mejor que nos vayamos ya, se hace tarde - correspondiéndole con una sonrisa.

De camino a casa, iban caminando a paso lento, ya que todo lo que querían estaba a lado el uno al otro.
- Oh!!!- dando un pequeño salto, el mayor lo miraba aturdido - dentro de dos días es el cumpleaños de Kai y se lo había olvidado por completo, él nos invitó, pero que clase de amigo soy?-.

-Kai me hablo hace unos días y me pidió que te lo recordará, pero por consentirte, también lo estaba olvidando - sonreía Junhyuk.

- Debemos de comprar algo, hay que ir a la plaza debemos de encontrar algo - apresurado olvido que llevaba acompañante y camino a toda prisa.

- Vale, pero esperarme - gritaba el mayor a las espaldas de su novio que lo había dejado.

Entre la aventura de buscar el regalo, también fueron a comprar algo de ropa, Junhyuk se negaba a ir a una fiesta sin un atuendo diferente y fresco, algo que Timo le restaba importancia. Aunque el menor no vestía nada mal, el mayor quería no solo impresionar a los demás sino verse bien para que su novio no solo se enamorara de su porte sino se sintiera orgulloso de tener por novio al chico más guapo.

- Vamos pruebate esto - entre jalones Timo accedió y de mala cara fue al probador a cambiarse.

- Te queda más que perfecto - decía el mayor al observar a su novio con distinguida ropa, tan a la moda y a la ocasión.

- Es solo una fiesta, no crees que exageras - comentaba Timoteo, pero al ver a su novio, rendirse después del comentario - Pero sabes, no me queda nada mal, al parecer mi novio si que tiene buen gusto -

- Me alegra saber que te gusta - acercándose poco a poco a él - creo que es hora que te la quite, creo que me enamore más de esta ropa, que del chico que la tres puesta - decía entre risas.

- Espero que te complazca esta ropa, cuando tengas ganas de hacerlo - decía el menor empezando a desabotonarse la camisa.

- Hey!!!- acercándose un poco más, deteniendo esas manos ansiosas con las suyas - sabes que estaba bromeando, tu sabes más que nadien que me gusta verte sin ropa que con ella puesta - dedicándole un suave beso en los labios.
Se dibujo una sonrisa en la comisura de sus labios casi imperceptible, regresando el beso, con un poco más de deseo. - A mi también me gustas así - respondió el menor, al alejar los labios.

- Bueno entonces nos llevaremos estos - decía Junhyuk a la cajera.

Terminando las compras, regresaron al departamento, acomodaron el regalo en una bolsa de color, de acuerdo a los consejos de Timo, ya que conocía cual era el color favorito de su amigo. También acomodaron las demás compras y a pesar de tener tantas ganas de hacerlo, decidieron realizar los deberes escolares, ya que con días libres de no ir a la agencia podía. ponerse al tanto con las actividades escolares.

Término el día y ambos se dispusieron a ir a la cama.
Timo abrazo al menor y se acurrucó bajo su regazo, esa tranquilidad que le proporcionaba su novio lo hacia sentir amado y sobre todo agradecía el hecho de haber cruzado sus caminos de esa forma.

TARAMBANA HOTSHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora