Nos sobra tiempo.

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Ya era de mañana y el reloj empezaba a sonar como loco, tenían clases temprano así que debían de despertar rápido sino querían llegar tarde.

JunHyuk solamente estiro su brazo para apagar las alarmas que ya lo habían despertado de manera molesta.

Abrió los ojos y miro a su chico recostado sobre su pecho tan tranquilo como un cachorro, nadie se imaginaria lo excitado y sensual que podía llegar a ser.

Se limitó a observarlo detenidamente, su rostro era hermoso, acariciando sus cabellos, se quedo contemplándolo y llenándolo de uno que otro beso por la frente hasta llegar a su boca.
Los besos eran suaves y delicados, demostrándole con cada tacto el amor que le tenía.

Sin embargo el menor empezó a despertarse al sentir cosquillas en su rostro, estas eran provocadas por cada uno de los besos que le daba su novio, decidió quedarse quieto por un momento dejandose ser amado por su chico.

Cuando el mayor llego a su boca a dedicarle un beso dulce, el menor reaccionó correspondiéndole el beso y atrapando esos labios suaves, tomando el control, cambiando la intensidad del beso a uno más profundo y lujurioso.

El mayor al percibir la reacción de su novio se dejo llevar, saboreando y succionando la esencia de su chico, le encanta recibir este tipo de besos ya que Timo no era tan juguetón ni atrevido, pero esa face suya le fascinaba. De hecho todo de  él le fascinaba.

No se dio cuenta en que momento el menor estaba encima suyo, mordisqueando sus lbios para después pasar a su cuello y marcarlo con fuertes chupetones que dejarían marcas, pero que al verlas más tarde le recordarían lo bien que la ha pasado con su novio.

El mayor se dedicaba a invadir el cuerpo de sus chico con el tacto. Pasando y repasando sus manos por debajo de la pijama, sobre su espalda, debajo de su pantalones, masajenado esas nalgas que la noche anterior habían devorado su miembro, repasando las formas de su chico.

Ese beso pareciera que era el mismísimo oxigeno, ya que su placer y necesidad nunca terminaba.
Se miraron por un momento, separándose para tranquilizar su respiración y relamerce los labios de tan dulce sabor, el mayor embozo una sonrisa juguetona pero más que lujuriosa de satisfacción al saber la felicidad que le daba sus chico. Mientras que el menor se dedicaba a buscar desesperadamente otra vez esos labios que sabían más dulces y picantes que cualquier otra cosa.

- Despertar así todas las mañanas siempre ha sido mi fantasía - decía el mayor entre risas.
-Entonces eso me convierte en tu hada madrina, ahora parece que cumplo deseos, sueños y fantasías!!! -.

Tratándose de incorporarse, el menor rodó de hacia el lado de la cama, bajando del cuerpo de su novio.

-Ouch, que rayos!!!- se quejaba al tratar de bajarse de la cama.

-Duele?- decía el mayor poniendo cara de preocupado, ya que lo que menos quería era haberlo lastimado.

-y mucho!!! Ouch!!!- solamente el menor a completo la frase.

Bajándose de la cama y con las manos sobandose sus nalgas, el menor se dirigió al baño para poder refrescarse un poco.

Mientras JunHyuk continuaba viendo a su chico, su andar más que extraño y doloroso, le parecía chistoso, parecía que tuviera un pañal puesto o algo que le impedía caminar bien, riendo bajo y recordando que eso era resultado de la lujuria de ambos, no podía ser indiferente y burlón, aunque aquello le causará gracia, camino hasta alcanzar a su novio, abrazándolo y colocando las manos en su caderas y siendo abrazadas por el otro; y su cabeza entre su cuello, dándole pequeños besos suaves mientras dejaba escapar una que otra risa.

TARAMBANA HOTSHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora