Los Ships de Chenle [ChenSung]

Prólogo

Chenle suspiró frustrado, no lo entendía. ¿Cómo sus hyungs podían ser tan tontos? Estaba seguro que hasta el más tonto podría verlo, bueno en realidad no, por que sus hyungs eran unos tontos y no lo hacían, no podían verlo. Se notaba que estaban enamorados entre ellos, no, enamorados no, enamoradísimos.
Chenle se lanzo al piso con un suspiro exagerado ganándose así la atención de Jisung que no dudó en acercarse.

-¿Estas bien Lele?-preguntó mientras observaba a Chenle que fingía sollozos.

En cualquier otra ocasión con cualquier otra persona Jisung se hubiera preocupado al ver a alguien de la manera en la que estaba su amigo, pero no podía preocuparse sabiendo que era Chenle de quien se hablaba, era sin duda una persona increible pero era usual verlo en ese estado, el mayor parecía ser fanático de los berrinches.

-¿Cómo se puede ser tan tonto Sung?- respondió entonces el chino dramáticamente mientras secaba sus lágrimas imaginarias.

-¿A que te refieres?- volvió a preguntar el menor mientras se sentaba cuidadosamente al frente de su mejor amigo.

-Ellos, Sung, Ellos!- Gritó exasperado señalando a Taeyong y Ten, mientras se sentaba- Solo hace falta ver como se miran para saber que tienen que estar juntos!

El menor observó a sus hyungs durante un momento, Taeyong sonreía tímidamente mientras decía algo que el menor suponía debía ser un cumplido por la manera en la que Ten se sonrojaba y apartaba la vista. No podía negarle eso a Chenle, los mayores realmente se veían bien juntos.

-Oh,solo te referías a ellos -habló desinteresadamente Jisung, regresando su vista al chino frente a el.

-¿Solo? ¡Park Jisung! Cómo puedes decir solo, no es un solo-dijo un muy indignado Chenle dandole la espalda a Jisung- ¿Qué clase de mejor amigo eres? Esto de verdad me importa, debería importante también-Añadió haciendo un puchero, que por la posición Jisung no pudo ver.

El menor suspiró, y tomo su cabeza entre sus manos, otro drama,a veces hablar con Chenle era tan complicado. Debía pensar bien sus palabras si no quería que el mayor se enfadara. Una vez estuvo listo para enfrentar el drama que le esperaba, se acerco al mayor que aún le da a la espalda, y lo abrazó, el chino intentó resistirse en un principio, pero al tiempo se dejo hacer. Entonces Jisung supo que era seguro hablar.

-Chenleee- dijo mientras posaba su menton en el hombro de su mayor- perdoname, ¿si? Sabes que me importa, cualquier cosa que te importe a ti me importa mi Lele, es solo que la práctica anterior te quejaste de eso también con Taeil hyung y Johnny hyung, y en la anterior a esa con Mark Hyung y Haechan y la anterior a...

-¡Ya entendí Sung!- lo cortó entonces el mayor- es solo que me gustaría hacer algo para que se dieran cuenta, parecen tontos realmente.

Ante sus ojos sus hyungs no actuaban como tontos, y por un momento Jisung pensó en negar lo que el rubio había dicho de sus hyungs, fue tan solo un momento pues al siguiente visualizó a Taeyong tratando de acercarse a Ten, pero como resultado de sus nervios tropezó con sus propios pies. Jisung negó riendo discretamente, volviendo su vista al rubio dispuesto a contestarle.

-Deberías dejarlo...-dijó entonces con simpleza para luego depositar un pequeño beso en la mejilla de Chenle, haciendo que este se sonrojara-...y aun si pudieras hacer algo, ¿Que harías para ayudarlos? ¿No has pensado que tal vez no quieran ayuda?

-Todos quieren mi ayuda tonto- dijo dandole un pequeño golpe al menor- ¡Y aun que no la quieran los ayudaré! Desde hoy los ships de Chenle no serán mas solo ships, serán una realidad.

-No se si debería asustarme, tus planes siempre son un desastre Lele- Jisung comentó acariciando el cabello del mayor.

Aún podía recordar cuantas veces el mayor habia hecho planes que habían terminado con alguien herido o que habían sido un fracaso total, y aún que le había dicho ya en múltiples ocasiones que dejara de planear cosas, Chenle simplemente parecía no querer entenderlo.

-¡Mis planes no son un desastre!- se quejó el rubio volteando tan solo para ver a su mejor amigo observándolo de manera acusatoria- ¡Está bien! Son un desastre, ¿feliz? Pero por eso me vas a ayudar Sung, dos mentes tan brillantes como las nuestras juntas no pueden crear fallas- dijo entonces sonriendo y dejándose caer nuevamente en el menor, que tan solo suspiró y susurró:

-Si te hace feliz, sabes que lo haría todo por que seas feliz.