Shame / johnlock

4.- El mejor partido de americano

Efectivamente, no había lugares vacíos más adelante. Mary agradeció mentalmente a Sherlock por haberse estacionado mucho antes.

Dentro del estadio la euforia se podía oler en el ambiente. Sherlock ni siquiera entendía el fútbol americano. Ignoraba completamente porqué todos se emocionaban tanto con personas medio matándose por tratar de llevar un balón hasta el otro lado del área.

Sherlock hizo una mueca viendo cómo comenzaban a salir los jugadores uno a uno. — ¿Y dónde está el que te gusta? —Le preguntó a su amiga.

— Uh, solo espera y lo verás —habló Mary mientras se sentaban en las gradas. Algo alejados de donde toda la multitud se apilaba para conseguir un autógrafo o una fotografía de los jugadores—. Es el chico más guapo que he visto en mi vida —dijo haciendo una cara que logró hacer reír a Sherlock.

Cuando el número 11 se asomó, Mary comenzó a zarandear a Sherlock de la emoción.— ¡Mira, es él! —dijo alegremente.

Sherlock se quedó mudo cuando ese chico buscó con la vista entre todas las personas. John Watson lo miró a lo lejos antes de guiñarle un ojo y ponerse el casco para reunirse con la estrategia del equipo.

— Tienes que estar bromeando —dijo—, ¿en verdad él es quien te gusta?

Mary alzó una ceja, confundida— no sabía que eran amigos —. Sherlock pensó en qué decirle.

— Nos conocimos hoy —respondió después de unos segundos—. No me agrada, y definitivamente no somos amigos —aclaró rápidamente.

— Eso será un inconveniente. El que no sean amigos —aclaró Mary—. Pensé que si son amigos solo tendrías que hablarle de mi maravilloso carisma para que se interesara en mi —sonrió inocentemente.

Sherlock frunció los labios.— No voy a ser su amigo solo porque quieres salir con él. Sería estúpido eso —advirtió a su amiga.

— Hola —saludó Sherlock a John mientras este se dirigía a la salida del estadio—. Te vi jugando, creo que lo hiciste bien.

Mary asomó su cabeza sobre las gradas y levantó sus dos pulgares a la dirección de Sherlock, quien solo suspiró.

— ¿Bromeas? Fue el mejor partido en el que he estado —dijo emocionado John mientras sonreía enérgicamente—. Creí que no me habías visto cuando te saludé. No saludaste de vuelta.

"Saludar". Sherlock pensó en qué clase de saludo era guiñarle el ojo a alguien. Decidió no darle muchas vueltas al asunto.

— Creí que no era para mi —se excusó rápidamente.

— Y vi que estabas con una chica —comenzó a hablar—, ¿tu novia? —preguntó mientras fingía desinterés.

— ¿Por qué lo dices? —preguntó alzando la ceja izquierda Sherlock—, ¿porque es bonita?

A lo lejos le brillaron los ojos a Mary mientras trataba de leerle los labios a Sherlock.

John soltó una risilla nerviosa.— Bueno, sí, es bonita —aclaró—. Entonces, supongo que sí es tu novia —dijo remarcando el "sí".

— ¿Qué clase de deducciones son esas? Supones mal. Es mi mejor amiga, Mary —corrigió.

John soltó un suspiro que bien pudo haberse definido como una muestra de alivio.— Ya veo.

— Si, eh... El viernes daré una fiesta en mi casa —dijo Sherlock pensando sus palabras y viendo a una Mary, ilusionada, diciéndole con los labios que él lo estaba haciendo perfectamente—, puedes venir, si quieres.

— Me gustaría —John, cansado de llevar cargando el casco en su mano, lo dejó en un rápido movimiento en el suelo.

Sherlock hizo una sonrisa más parecida a una mueca de dolor. Se dio la vuelta rápidamente, John siguió con la mirada al chico y Mary se escondió ágilmente entre las gradas nuevamente.

Antes de irse Sherlock le preguntó:— ¿Quieres ser mi amigo?