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—Soy homosexual.

Por primera vez el padre del moreno se encontraba en su hogar, escuchando una de las peores cosas que podría escuchar de parte de su hijo.

El pequeño Namjoon era homosexual.

En un abrir y cerrar de ojos, el señor se había levantado de la silla del pequeño comedor, yendo hacia su hijo, dándole un fuerte golpe en el rostro.

—No vuelvas a decir eso. — dijo firmemente con un tono de frialdad — Mi hijo no puede ser un asqueroso homosexual.

El padre de Namjoon no siempre había sido así, en el pasado el moreno lo consideraba "el mejor papá del mundo" aun que eso iba a cambiar muy pronto, decepcionándolo.

—C-Cariño, por favor, no le pegues. — sollozaba la señora, mientras se dirigía hacia su hijo, abrazandolo dándole a entender que ella lo apoyaba — N-No importa que le gusten los chicos, déjalo ser.

—¡¿Como mierda quieres que no le pegue?! ¡Ese no es mi hijo! Es un marica.

Al escuchar la declaración del hombre, Namjoon no pudo escuchar más la "conversación"

Sin más, empezó a llorar, pero sin hacer ruido alguno. Su mirada se encontraba apagada, mientras insultos salían de la boca del hombre que se situaba delante de él, señalándolo como un "Marica"

—¡Es tu hijo! ¿Cómo le puedes decir cosas como esas? ¡Tiene tan solo nueve años!

—¡Es por eso! Como tiene nueve años todavía puede cambiar esos estupidos pensamientos. — dicho eso, llevo sus manos al cinturón que tenía puesto, desabrochándolo, sujetándolo — ¡Le voy a enseñar cómo es ser un verdadero hombre!

Un golpe.

Dos golpes.

Tres golpes.

Y así siguió.

La señora Kim no paraba de suplicar que parara, pero ella no podía hacer nada. Amaba más aquel hombre que a su propio hijo, aún que no lo quisiera admitir en voz alta. Así que solo se limitó a ver cómo su pequeño hijo lloraba desenfrenadamente con pequeños quejidos de dolor, suplicando piedad.

Esa escena era horrible de observar, la mujer se dirijo hacia las escaleras, subiéndolas yendo hacia la recámara principal de la casa, encerrándose; dejando a su hijo en el propio infierno, solo.

—P-Papa, por favor.

El señor Kim no dijo nada, no quería hacerlo. Solo podía pensar en que había hecho mal para que su hijo hubiera salido así, estaba enojado así que se desquitaría con el, con su hijo que hizo que ese enojo aumentara con cada golpe que daba en su pequeño cuerpo.

—¡No dejare de golpearte hasta que recapacites!

—P-Pero, n-no puedo hacer nada contra ese sentimiento, a-así que sigue, ¡por qué no cambiare mis gustos!

Los golpes pararon.

—Que asco de hijo, ojalá nunca hubieras nacido.

Ya no se escuchaba el cinturón golpeando con la desnuda espalda del moreno, ahora el cinturón se situaba en el piso junto a él. Levantó la mirada, visualizando la espalda de su padre, mientras se alejaba de él yendo hacia la puerta, abriéndola y cerrándola fuertemente.

¿Por que nadie lo aceptaba? ¿Por que eran así con el? ¿Por que su mamá se fue dejándolo solo? ¿Por tuvo que nacer?

Y más preguntas se realizaba así mismo, mientras se levantaba lentamente.

Ahora el iba a su habitación, caminando con demasiada dificultad.

Sangre y lágrimas resbalaban por su rostro, manchando el suelo a su paso.

Quejidos de dolor, sollozos silenciosos.

Solo.

Pasó a lado de la recámara que pertenecía a su madre y a su padre, se quedó inmóvil delante de ella.

—¿Mamá? — pregunto esperanzado — ¿Estás bien?

—Vete de aquí. — dijo al otro lado de la puerta de la habitación — Ve a curar tus heridas.

—P-Pero, ¿como lo hago? N-no se hacerlo, no puedo mover mis brazos. M-M-Mamá, me duele mucho. — se rindió, cayéndose de rodillas al suelo. — ¡M-Mamá! Me duele mucho aquí. — posó su mano al pecho.

Y así sin más:

Lloro como nunca lo había hecho.

Un niño de nueve años, indefenso, sintiendo una extraña sensación hacia otro chico.

Un niño de nueve años, siendo brutalmente golpeado solo por sentir atracción hacia su mismo sexo.

Un niño de nueve años, arrepintiéndose de ser como es.

Un niño de nueve años, estando en el infierno completamente solo.

—M-Mami, ¿h-hubieras preferido que no hubiera nacido? ¿Hubieras deseado que fuera un niño normal? ¿M-Me quieres? ¡Yo solo quiero que me ames como soy! — explotó, golpeaba la puerta fuertemente, empezó a rascarse incontroladamente el cuello y brazos.

Abrieron la puerta.

La mujer vio a su hijo, su cuerpo estaba bañado de sangre, su espalda tenía incontables marcas a causa del cinturón, tenía heridas que se encontraban abiertas.

Pero había algo que hacía que ella sintiera mucho dolor en su pecho, en su corazón.

Y eso era, la expresión de su hijo.

Al igual que su cuerpo, en su cara reinaba la sangre y lágrimas. Tenía sus ojos fuertemente cerrados, mientras que su boca estaba completamente abierta, lloraba fuertemente.

—Te amo, hijo.

Y con esa frase, Namjoon dejo de llorar, abriendo lo ojos observando a su madre. Mientras que en los ojos de ella, empezaban a salir lágrimas una tras otra.

—No llores, una mujer siempre se tiene que ver hermosa.

[•••]

Oda, ¿me extrañaron?

Primero que nada, perdón por no haber actualizado. No he tenido tiempo, además no he estado tan inspirada.

Pero, ¡ahora si! >:n

¿Que les pareció el capítulo?

Y sobre este capítulo, lamento entregarles uno corto pero quiero que sepan lo que tuvo que pasar Namjoon al aceptar que es homosexual y salir del armario :u

Y muy probablemente el siguiente sea de cómo Tae acepta que también lo es, así que estén preparados xd

Tengo que admitir que llore escribiendo esto, solo imaginarme esto me da cosita. Y más pensar que muchas personas pasan por esto solo por tener otras preferencias.

Y weno, tal vez mañana haya capítulo, o pasado, io no c.

Ah, y una súper notica, ¡llegamos a 1k de lectores o cómo se diga esa vaina! :u

¡Gracias por todo el apoyo, lo amo demasiado!

Y weno, hasta aquí mi reporte Joaquín.

Chao. 🖤

1003 palabras.

Don't leave me  • MonV • NamV • VMon •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora