Capítulo 4 (Parte 2)

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    Christopher que aún esperando sentado en una de las sillas que están en la sala de espera, se estremece al sentir un cálido tacto en su hombro. Al levantar la mirada encuentra a León con su rostro inundado en preocupación.

—Papá, qué ha pasado? Ramiro me llamó, pidiendo de que venga a acompañarte... Qué pasó? —estaba confundido.

Christopher solo baja nuevamente la cabeza y fija su mirada en el suelo. Tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar.

León, entendiendo el comportamiento de su padre, se sentó a su lado y posó su mano en la espalda de él demostrando su apoyo.

    Poco tiempo después, León se sorprende al escuchar el sonido de la voz de Christopher.

—Recuerdas a la mujer que se parece a tu madre? —confundido e intentando recordar a la susodicha, asintió — Pues, hoy se desmayó, le salió sangre de la nariz y ahora mismo Ramiro la está atendiendo para descubrir qué es lo que tiene.

    Chris suspira pesadamente y otra vez se le forma un nudo, pero esta vez en el estómago. Siente una fuerte opresión en el pecho que lo preocupa. La mano de León cae en su hombro reclamando su atención y al voltear, Christopher ve una sonrisa en la cara de su hijo.

—Qué? —preguntó sin entender.

León niega con la cabeza mientras deja escapar una risita que inunda la vacía sala.

—Papá, creo que estás enamorado de esa mujer...

—Tú crees? —pregunta incrédulo.

—Papá, es eso... O que te recuerda a mi madre?

Christopher queda en silencio por unos segundos, repasando mentalmente todo lo que había sucedido con Renata.

    El beso. Con ese beso sin dudas había sentido algo en su interior. Era cierto que le recordaba a Dulce en todos los sentidos, pero... Estaba enamorado de ella?

    Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la aparición de Ramiro que se dirigía hacia el con semblante nervioso.

Christopher se incorporó rápidamente de la silla y se acercó a él en dos simples zancadas.

—Ramiro, dime qué está bien, por favor... —dijo desesperado.

Ramiro lo miró aún más serio y nervioso de lo que estaba y negó con la cabeza. Lágrimas comenzaron a deslizarse por las mejillas de Christopher y León dando pequeñas palmadas en su espalda le demostró todo su apoyo.

—Qué es lo que tiene, Ramiro? —preguntó un poco más calmado.

Ramiro respiró profundamente y soltando un gran suspiro y preparándose para la reacción de Christopher, pronunció las palabras que sabía que le iban a doler.

—Entró en estado vegetativo, Christopher.

    En ese momento Chris se derrumbó. Otra vez volvía a vivirlo. Esa extraña y horrible sensación de estar a punto de perderlo todo. Otra vez.

—Notamos algo demasiado raro en su sangre. Una sustancia química que desconocemos. Eso es lo que estaba alterando demasiado su organismo. Pero eso no es lo único que tiene. Le tuvimos que realizar una resonancia magnética y hallamos una fractura en el hemisferio izquierdo del cerebro. Lo que habías detectado tú. Creemos que puede deberse a la sustancia pero hasta no tener los resultados de los exámenes y averiguar qué es esa sustancia, no podremos hacer nada más.

    Christopher, con lágrimas en los ojos, lleno de tristeza y rabia, remordimiento e impotencia, golpeó con todas sus fuerzas la pared logrando lastimarse el puño.

León y Ramiro lo miraban con lástima, ambos sabían que cuando Christopher se sentía así no podían hacer nada para que logré mantener la calma.

    Luego de un tiempo lanzando insultos al aire y lamentándose rotundamente, Chris volvió su vista hasta Ramiro y preguntó...

—Puedo verla?

Ramiro solo asintió y haciendo un gesto con su cabeza les indicó a ambos que lo siguieran.

Mientras tanto en el despacho de Rodolfo...

    Él se encontraba sentado en su cómodo sillón, aunque él no sentía la más mínima comodidad.

    Se encontraba siendo carcomido por los nervios. Renata no había llamado, no había respondido a sus llamados o mensajes. No estaba en su departamento y Sebastián no lograba localizarla por ningún lugar.

    Temía de que el plan se haya arruinado. Que Renata haya logrado caer en las redes de los encantos de Uckermann. O peor, que la dosis que le inyectan cada tres días no haya funcionado con su última inyección.

Tomó nuevamente su teléfono y marcó su número. Directamente la llamada paso al buzón de voz.

El dispositivo el cual usted ha marcado se encuentra apagado o fuera de línea...

—Mierda! —espetó enojado.

Más tarde en el hospital...

    Christopher entró en la habitación y al verla tan vulnerable, tan pálida, tan ajena a su alrededor y a sí misma, tenía ganas de protegerla. Tenía la necesidad de decirle que no le dejaría nunca, que nada le haría daño. Aunque ya era tarde.

    Se acercó a ella lentamente. A su lado se encontraba la máquina que la mantenía viva. Tomo su mano y la apretó con fuerza. Sintió como la delicada piel de su brazo estaba siendo empapada por sus lágrimas.

    Se volvía a repetir la situación. Cuando la veía así, empotrada en la cama, sin los rozados colores que pigmentaban sus mejillas, su blanca sonrisa que iluminaba y delicados labios cuyo sabor desearía volver a probar, no podía evitar verla a ella. Cómo cuando la había sacado de dentro del jacuzzi, helada y sin pulso.

    Cerró los ojos con fuerza. No quería recordarlo. No quería volver a vivir lo mismo. No otra vez. Esta vez lo evitaría. La protegería a Renata como la hubiese protegido a Dulce.

****
Hola!

Bueno... Y ahora? Por fin descubrirán qué es lo que tiene Renata? Ella logrará despertar y recordar todo al fin? O creen que Rodolfo la encuentra antes de que eso pase?

Ok, lo prometido es deuda, y aquí les traje la nueva parte de este capítulo. Sé que lo estoy publicando un poco tarde (al menos aquí donde vivo es considerablemente tarde 😂...), pero más vale tarde que nunca...

Estaré subiendo la siguiente parte el viernes... Estén atentas...

Las quiero!💖
Besos!😘✌

Amor Perdido © (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora