Capítulo 10 (Parte 1)

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Christopher al ver la droga roja esparcida junto con los pedacitos del cristal del tubo en el suelo se sintió como si todo su mundo se viniera abajo. Miró a Dulce y a León, quienes ya se encontraban en estado cataléptico, y susurró un lo siento apenas audible.

Las carcajadas que se escapaban de la garganta de Luis inundaron todo el laboratorio. Christopher levantó la mirada lentamente y lo miró fulminandolo con la mirada.

Luis: Muy bien, Uckermann. Te dejo solo para que puedas despedirte de tu amada familia.

Se dió la vuelta y salió del laboratorio haciendo resonar su malvada risa antes de cerrar la puerta de seguridad.

Christopher comenzó a removerse en la silla desesperado intentando zafarse del amarre de las cuerdas que lo mantenían inmóvil. Luego de muchos forcejeos con las cuerdas, logró deslizar un poco su muñeca entre las cuerdas, animándose a sí mismo a seguir intentando librarse.

Su mano se deslizó completamente y, una vez liberada su mano, comenzó a desatar los fuertes nudos logrando librarse por completo.

Se acercó a Dulce y acaricio su mejilla. Se veía tan tranquila pero sabía que esto que los tres estaban viviendo era un completo infierno. Se acercó a León y acarició su cabello.

Chris: Vamos a salir de esta. Se los prometo. No voy a permitir que Mazzon se salga con la suya.

Vió sus muñecas amarradas y los soltó. Luego de desatar los nudos de la cuerda de las muñecas de Dulce se fijó en su pulse, era leve. Se colocó junto a León e hizo lo mismo, su pulso también era leve.

Chris: Tengo que encontrar la fórmula.

Se dirigió a la mesa metálica pero no había nada, junto a esta había unos estantes repletos de papeles, algunos libros y, algo que lo puso de muy mal humor a Christopher, un marco sosteniendo una foto de Lucas Mazzon. La sangre le hervía de sólo ver su foto, de sólo recordar cuando Dulce llegaba a casa y se lanzaba a sus brazos llorando y con miedo por su culpa... Se concentró en encontrar la fórmula pues, como le diría Dulce, pasado pisado.

Rebuscó entre todos los papeles leyendo con apuro cada letra, hasta que encontró un papel que llamó su atención. Era el papel que contenía la fórmula.

Chris: X, XXR.

Su mirada rápidamente se fue hacia donde estaban todas las cosas necesarias para poder hacer la droga roja. Comprobó que todo estuviese en su lugar y comenzó a seguir paso a paso lo que decía el papel.

Mientras tanto, fuera de la empresa Moretti...

Hombre: Jefa, el tiempo se está acabando...

Alma: Lo sé. Es hora de entrar.

Más tarde, en el laboratorio de Moretti...

Christopher iba terminando con el proceso de la fórmula cuando un fuerte ruido le hizo dar un respingo. Salió del laboratorio y en el despacho de Moretti se encontró con Alma.

Chris: Alma...

Alma: Christopher. Qué ha pasado?

Chris: Escúchame, con cuánto hombres viniste?

Alma: Con un equipo de seis hombres.

Chris: Que se vayan...

Alma: Qué?

Chris: Tienen que salir de aquí, acá no está Moretti.

Alma: Pero...

Chris: Escúchame, Moretti les inyectó algo a Dulce ya mi hijo haciéndolos entrar en estado cataléptico, ahora estoy haciendo la fórmula para poder hacerlos despertar. Pero Moretti no está acá, está suelto, no pierdan su tiempo aquí.

Amor Perdido © (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora