La oficina de Norte estaba casi completamente vacía. Todos sus útiles de trabajo, pilas gigantes de papel, corchos, artefactos hechos a mano, esculturas de cristal y decoraciones ahora formaban el contenido de muchas cajas que desfilaban por el suelo del lugar.
Elsa se limitó a contener la amargura que sintió al ver cómo Norte sellaba la caja que se encontraba sobre su escritorio.
—Esa es la última.— dijo él, dándole una palmadita a ésta, para después indicarle a un empleado de paquetería que empezara a llevarse las cajas.
Con sus grandes manos en los bolsillos, Norte se posicionó a un lado de Elsa y observó cómo se llevaban todos aquellos recuerdos de su brillante vida laboral. La joven levantó su mirada al hombre y pudo notar nada más que melancolía en la de él. Agachó la cabeza en busca de las palabras correctas para animarlo pero ninguna le pareció del todo sincera. Admitía que estaba algo molesta con Norte por elegir a Jack sobre ella. Quería decirle algo completamente honesto y a la vez agradecido por todos estos años de trabajo bajo su coordinación, Norte se lo merecía; algo respetuoso y franco; y Elsa no podía dárselo. No en esos momentos donde sentía que había sido apuñalada por la espalda.
—Extrañaré tanto este lugar.— comentó Norte, llamando la atención de la platinada. —Todas estas personas, el ambiente, incluso la pequeña melodía que tenemos de fondo para tranquilizar.— indicó levantando su dedo, dejando que la tonada alegre y a la vez relajante fluyera por el aire.
Elsa soltó una risita. No podía estar enojada con él por mucho tiempo.
—Lo... extrañaremos mucho, señor.— dijo al fin, desde lo más profundo de su corazón.Norte posó su palma sobre el hombro de la pequeña platinada.
—Y yo a ustedes. A todos y a cada uno.
—Señor...— Elsa dirigió su vista a diferentes lados, asegurándose que tuvieran privacidad. —Enserio cree que Jack y yo— "especialmente Jack." —podamos... cumplir con las expectativas que usted ha levantando en el público.
Norte le sonrió.
—No sólo eso. Creo que las van a superar.—¿Cómo está tan seguro?
El gran hombre encogió sus hombros.
—Tengo lo mejor de lo mejor. Escogí lo mejor de lo mejor.A tal respuesta Elsa sólo esbozó una línea recta en su boca, intentando sonreír, luego dejó caer la cabeza y dijo para ella misma.
—Claro que lo hizo.Los pasos que anunciaban que alguien se acercaba a la conversación, alertaron a Elsa. Vio de soslayo a su derecha y reconoció la figura del ajetreado Jack Frost, a pesar de cómo cualquier persona normal se vería, el peliblanco lucía desesperadamente guapo a lo que la joven resopló.
Volteó su cabeza a su jefe y sonrió con cortesía.
—Señor, iré a... Aten- atender- ¡realizar! Sí, a realizar una llamada en mi oficina. Buenos días.— y así, la chica salió disparada lejos de ahí.—¡Está bien, querida!— escuchó la voz del hombre tras ella. —¡Oh! Cuando termines, te hablaré de donde estará ubicada tu nueva oficina.
"Por favor no."
>>Los compañeros de la empresa deben estar juntos.— lo oyó decirle a Jack quien ya estaba a su lado, viendo cómo Elsa se alejaba de ellos.
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Cómo sacar a Jack Frost del mapa [Jelsa]
FanfictionHarta de ser siempre la del segundo puesto en todo, Elsa Arendelle decide deshacerse de su única y permanente competencia: Jack Frost, el chico que es tan perfecto que duele. En el desesperado intento de librarse del apuesto joven, Elsa se encadena...