EL CLUB DE LAS GATAS [ EXO ]

× CB x 2 ×

— ¡Sal del baño maldito cagón! — grito, aporreando la puerta del baño con mis puños— ¿O es que tu grande y gordo trasero se ha quedado atascado?

En ese preciso momento la puerta del baño se abre y por ella la cabeza de mi hermano pequeño se asoma. Taehyung me dirige una mirada fulminante y frunce el ceño, dando un paso hacia adelante. Al ver su aspecto, abro los ojos e imito su expresión. «¿Cómo se puede tener tan mal gusto?» pienso, examinándolo de la cabeza a los pies. Taehyung está vestido como siempre : pantalones tan anchos que parecen contener un pañal dentro de ellos, una camiseta con cuello en forma de V y un montón de cadenas de oro falso colgando sobre su pecho. ¿Qué le ve de bonito a llevar los pantalones por la altura de las rodillas? Nunca lo entenderé.

— ¿Qué te pasa? — me pregunta con notable molestia.

— ¡Qué coño te pasa a ti! Llevas casi media hora en el baño y yo también necesito usarlo — explico, pasando a través de la puerta abierta —. Tenía la esperanza de que el váter te hubiera tragado... aunque tratándose de ti te escupiría de vuelta.

Taehyung se cruza de brazos y se apoya en la puerta, observándome en completo silencio sin responder ante mi provocación. Decido ignorar su molestia existencia y cojo mi bolsita de maquillaje, llevándome la grata sorpresa de no encontrar mi delineador favorito dentro de ella. ¡Mi delineador de Mac!

— ¡¿Has vuelto a coger mi eyeliner?! — grito y me doy la vuelta para encarar a mi hermano.

El pequeño demonio moreno tan solo se encoge de hombros, observándome con tal altanería que me provoca unas enormes ganas de abofetearle la cara para borrarle esa sonrisa estúpida de su rostro. Amo todo mi maquillaje, son como mis bebés, pero mi eyeliner es algo sagrado y mi "hermanito" lo sabe. Él solo coge mis cosas para hacerme enojar, he empezado a creer que no es mi hermano, sino el hijo del demonio que intenta destruir mi vida por alguna razón que desconozco. ¿Tal vez es un esbirro de Satansoo? ¿Dios lo ha enviado a la tierra para ver si además de parecer un ángel, también lo soy? ¿Es esta una prueba? Solo sé que no sé nada.

— Que más te da, bro — Taehyung esboza una pequeña sonrisa torcida —. Aunque te eches diez kilos de maquillaje seguirás igual de feo.

— Por lo menos lo mío tiene arreglo, tu ni con un transplante de cara de arreglarías — respondo  con toda mi rabia —. La cara huiría.

— ¡Sin maquillaje no eres nada!

«¿Cómo te atreves?»

— Mira esto, ¿qué ves? Una cara perfecta, con una piel perfecta — señalo mi rostro con uno de mis dedos —. ¡Toda tu cara es un grano!

— ¿Quieres morir? — Taehyung se acerca arrinconándome contra la pared —. ¿Qué has dicho? Desde aquí arriba no te escucho.

— ¡Entonces límpiate los oídos! ¡Guarro!  Y deja de usar mis cremas — amenazo, empujándolo hacia atrás con uno de mis dedos —. Aunque te eches veinte kilos no vas a conseguir ser más blanco. Acepta tu negrura con orgullo, por favor.

Taehyung empieza a tener ese tic nervioso en el ojo tan característico que le da cuando está a punto de explotar. Se que he tocado un tema delicado, ya que mi hermano odia que me meta con su color de piel. ¿Pero qué puede hacer? Disfruto viéndolo molesto.

— ¿Qué mierda te pasa diva de cuarta? — explota con su ronca voz resonando por el todo el lugar.

— Me pasa que no me gusta que cojas mis cosas, ¿por qué me quitas todo? Solo tratas de intentar parecerte a mi, copia barata de cuarta — le grito con furor.