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Felizmente, un dulce Jimin avanza dando pequeños saltitos hasta la casa de Yoongi. Su ánimo esta por las nubes y está se ve evidentemente reflejada en la cálida forma en como saluda a la madre de su platinado compañero.

— Buenas tardes, señora Min. – Saluda con una gran sonrisa. – He venido a ver a hyung. – Anuncia elevando la bolsita de papel en donde llevaba el pastel de chocolate que había hecho. – También he traído esto para todos.

— ¡Oh, cariño! No debiste molestarte. – Le agradece la madre de Yoongi, haciéndolo pasar al interior. – Yoongi debe estar durmiendo, pero puedes subir a su habitación. Seguro se alegrara de verte. – Le mira complicemente, cosa que provoca que sus mejillas se calienten un poco. Después de todo, la señora Min los había visto despedirse con un pequeño beso la noche de la tormenta y no necesitaba preguntarle a su hijo sobre aquel tierno chico, para saber que ese era quien se robaba sus suspiros.

Jimin sube las escaleras en cuanto la mujer desaparece por el pasillo, viendo todas las fotos colgadas en las paredes. Le hace mucha gracia que en la mayoría de estas Yoongi este enojado, mientras su hermano mayor hacía alguna tontería detrás de él.

Llega hasta la puerta ya tan conocida, con stickers de advertencia pegados en ella, y toca tres veces. Una gruesa voz responde del interior y se dispone a entrar.

Yoongi está sentado en su cama, con el cabello revuelto y una mascarilla cubre su boca. Se ve realmente mal, pero eso no desanima a Jimin, ya que para eso él iba a ver a su enamorado. Para animarlo y que con mucho amor, se mejorara.

— Hola, Yoonie~ - Saluda acercándose hasta él, para dejar un suave beso en su frente.

Sin embargo, Yoongi enseguida se aleja al instante.

— ¡Te voy a enfermar! ¡No te acerques! – Le advierte con claro pánico reflejado en sus ojos.

Jimin ríe por lo exagerado que es, volviendo a dejar otro besito en su rostro. Yoongi vuelve a chillar y otra vez el pelirosa ríe.

El menor –sólo por meses- se acerca a la cama y levanta las mantas que cubren el cuerpo de Yoongi, sólo para darse el lujo de recostarse a su lado con el rostro más inocente del mundo. El platinado siente que la cabeza le explotara en fiebre, al sentir como los brazos de Jimin lo rodean sin timidez alguna.

¿Ese realmente era el mismo Jimin del que estaba enamorado?

— Si no me abrazas, me iré. – Amenaza el menor inflando sus mejillas, viendo hacia arriba para que Yoongi note la seriedad en sus palabras. Pero es casi imposible.

Viendo lo determinado que esta Jimin por aferrarse a su cintura, desciende lentamente por el colchón –más debido por la vergüenza que por no quererlo enfermar- y pasa uno de sus brazos por los hombros del pelirosa, provocando que este recueste su rostro sobre su pecho y pueda sentir el leve aroma a su shampoo.

Tan dulce...

— He traído el pastel que te prometí. – Habla bajito Jimin, mirando fijamente a Yoongi que ha comenzado a parpadear lentamente, al estar haciendo círculos con sus dedos sobre su estómago. Seguro se estaba sintiendo mucho más relajado y no tan nervioso.

— No quiero pastel aún. – Susurra volteándose sobre la cama, ocultando su rostro en el cuello de Jimin, dejando que este lo mimara todo lo que quisiera.

El menor sonríe en grande al ver lo dócil que es su chico, pensando en que el pastel podía esperar. Ya que en esos momentos tenía algo mucho más dulce entre sus brazos, y deseaba disfrutarlo todo lo posible.








Cómo sé que no todos me siguen en instagram, vine a mostrarles mi gran avance (XDD)
El Yoongi y Jimin de esta historia ^^

Cómo sé que no todos me siguen en instagram, vine a mostrarles mi gran avance (XDD)El Yoongi y Jimin de esta historia ^^

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Yoongi's life | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora