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MARTES, 07:12 AM

Taehyung recorrió con pereza el casi solitario pasillo del edificio principal del instituto hasta llegar a su casillero. Lo abrió y soltó un bufido al ver el desorden en éste, pero no se podía quejar con nadie, después de todo era su culpa que estuviese así. Haciendo espacio en el pequeño cubículo, dejó los libros de literatura y cerró la puerta, recargando su frente en ésta.

Había llegado justo a la hora de su primera clase y entonces se dió cuenta que la tenia libre, nadie de su curso de literatura había tenido la decencia de recordárselo. Se sentía traicionado por ello. Pero ¿quién tiene peor memoria que Kim Taehyung?

Frunció el entrecejo cuando sintió dos presencias detenerse a su lado, confundido, se reincorporó y miró atentamente a las dos lindas y sonrientes chicas desconocidas.

—¿Hola? —les dijo.

—¡Hola, Taehyung! —lo saludó/gritó una de ellas a escasos centímetros de su persona. El rubio medio sonrió aturdido retrocediendo un poco, asombrado por el exceso de emoción que la castaña transmitía.

—Discúlpala, es un poco hiperactiva —habló su amiga, quien a diferencia estaba mas tranquila. —Soy SeungHee y ella es Eunbin.

—Soy...-

—¡Kim Taehyung! Lo sabemos —le interrumpió felizmente Eunbin, pero de su rostro desapareció la linda sonrisa al darse cuenta de la mirada fulminante que su amiga le daba. —Perdón...

—... nosotras solo nos preguntábamos si eres cercano al chico de cabello rosado, Park Jimin —la chica miró a Taehyung con una sonrisa ligera, esperando la respuesta.

—Me parece que se tiñó de rubio, Hee —la castaña fue quien habló primero, SeungHee rodó los ojos y decidió ignorarla, Eunbin abultó su labio inferior y también se giró para ver al chico.

—Eh, sí. Es mi amigo.

—¿Sabes si él esta saliendo con alguien?

Kim alzó una ceja y quiso soltar una carcajada. No lo hizo. Ademas, tampoco encontraba algo para justificar el porqué lo habría hecho, ya que las palabras de la chica no eran en broma. Él solo encontraba divertida la situación, debido a que ahora muchos les prestaban mas atencion a él y Jimin e incluso personas que jamás habían visto los saludaban, cuando hace unas semanas no eran muy relevantes en el instituto.

—Jimin no sale con nadie —contestó por fin, siendo completamente sincero.

Se preguntó si tal vez debió mentir. Era bastante consiente de que el tren Algodón de Azúcar estaba parado en la estación Min Hetero hasta nuevo aviso.

—Oh, ¿en serio? —siseó la pelinegra, tratando de mostrarse calmada y relajada, pero el lindo brillo en sus ojos la delató.

El rubio asintió, sonriendo sin mostrar sus dientes; acto que hizo que la tierna Eunbin quisiera abrazarlo y apretujarlo entre sus brazos, así que habló: —¡Oh Dios mío, eres demasiado cute!

—¿Gracias? —sonó mas como una duda, pero aun así sintiéndose conmovido por la tierna actitud de la castaña.

—Gracias a ti —se adelantó a decir SeungHee; conocía a su amiga y sabia que terminaría chillando de emoción frente al lindo chico. —Nos vemos luego, Kim.