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MARTES, 08:57 AM

Con una realmente increíble tranquilidad, Taehyung se acercó a su taquilla y la abrió, dejando dentro unos libros; no estaba ni un poco preocupado, y era extraño teniendo en cuenta que hace minutos había terminado un examen sorpresa de matemáticas del que estaba seguro no saldría con más de un siete. Pero ya qué, se había esforzado y para él lo importante era no llevarse la materia a extraordinarios.

Su cabeza giró sobre su hombro y miró algo al final del pasillo, que honestamente le dejó un poco pasmado: una preciosa chica estaba recargada en los casilleros con Min Yoongi delante de ella, tomándola de las caderas y la cara enterrada en la curva de su cuello.

La escena a simple vista parecía bastante normal, teniendo en cuenta que estaban en una escuela donde la mayoría de los adolescentes tenían problemas para controlar sus hormonas, pero con la información de la que ahora Taehyung era consiente, no pudo apartar su vista de ellos. Dedujo que la chica era Suran y por la manera en la que Yoongi sujetaba su vestido rojo -que en realidad, su mano estaba echa puño contra la tela-, había algo de congruencia en los rumores de un año atrás.

Y aunque no debía hacer conclusiones apresurada, se mordió el labio pensando en cómo se pondría Jimin al enterarse de eso.

Iba soltar un suspiro cuando sintió una respiración contra su oreja y un peso sobre su hombro, por lo que pegó un pequeño salto del susto. Giró sobre sus talones cuando una ligera risa escuchó centras de él, conociéndola al instante.

—Jungok.

El castaño rió contra su mano y se tomó unos segundos para apreciar lo bien que le quedaba el nuevo color de cabello con su tono de piel, entonces dijo: —Maldita sea, es hermoso verte.

Taehyung alzó las cejas, sin poder creer lo sinvergüenza que Jungkook podía llegar ser. Le gustaba, ciertamente.

—¿Y qué? ¿Me extrañaste?

—No lo hice —Tae negó con la cabeza y una sonrisa traviesa se le escapó de los labios, delatándolo.

—¿Ni siquiera un poco?

—En lo absoluto.

Jeon golpeó el interior de su mejilla con la lengua conteniéndose a sonreír aun más de lo que ya lo estaba haciendo. Oh, como le encantaba ese chico.

—¿Has tenido un buen fin de semana? —cuestionó el mayor al notar las intenciones de Tae cuando estiró su cabeza en busca del alguien conocido.

Quería huir de él. Eso pensó él.

—Mmm... debiste preguntarme eso ayer pero bueno... Sí, he tenido un buen fin de semana con mis amigos —comentó sonriendo de lado, su mirada se desvió mirando a través del ventanal de su costado antes de preguntarle: —¿Y tú?

Jeon ladeó la cabeza suspirando por lo bajo y después respondió: —Bien, sí. Solo poco salvaje.

Kim negó con la cabeza.

—Miré tu evento en Facebook. Cosas encantadoras que todos queremos ver diariamente —le dijo con evidente ironía que fue notada pero ignorada por Jungkook.

—Tienes que venir.

—Ni lo creas.

—¿Por qué no?

—Es, honestamente, lo más estúpido que he visto en mi vida —confesó Tae cruzando sus brazos sobre su pecho. —¿Subasta de ligar, en serio? Podría ser visto como prostitución ante la ley.

Pero a Jeon Jungkook pareció no importarle lo que el de cabellos cenizos le dijo, la genuina sonrisa pretenciosa que siempre cargaba en el rostro no disminuyó ni un poquito; incluso pareció que los labios del contrario se extendieron un poco más antes de decir: —¿Estas celoso?