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VIERNES, 17:05 PM

Taehyung se detuvo en la entrada, preguntándose si él realmente estaba haciendo eso. Miró sus pies y se tambaleó sobre ellos, tratando de recuperar un poco de la valentía que había conseguido y trágicamente había perdido en el trayecto de su casa a aquel parque en el que había acordado quedar con Lalisa.

El miedo a recibir el odio de Lisa le estaba carcomiendo, pero él no podia seguir así. Estaba cansado de seguirle mintiendo a la personas que lo rodean, que ama y que lo aman. Lisa había llegado a ser una de sus mejores amigas. y por ello, estaba decidido a decírselo. Ya no era sobre él, ella o Jungkook, era sobre la verdad. Lisa la merecía.

Suspiró y continuó caminando hasta que miró a su amiga venir a él corriendo con los audífonos puestos, le sonrió de lado y levantó el vaso de café que había comprado el camino. Lisa no le correspondió la sonrisa cuando se detuvo frente a él pero si tomó el café.

—Hola.

—Hola —contestó ella de manera cortante. Se sacó los auriculares y enrolló el cable blanco alrededor de su móvil mientras le hizo una señal a Tae para que le siguiera a una banca donde tenia su bolso deportivo. —¿De qué querías hablar?

Taehyung miró su entorno para disimular la manera en la que tragó saliva nerviosamente. —… ¿Vienes aquí a correr todos los días?

—Solo lunes, miércoles y viernes. Los demás días entreno en el gimnasio del instituto —murmuró sacándose la chaqueta y colocándola dentro del bolso, cual tomó y se lo colgó en el hombro.

El silencio se expandió entré ambos y supo que era el momento cuando Lisa lo miró con ojos curiosos. —Quiero hablarte sobre… Jungkook y yo —mencionó. Una sonrisa sarcástica se formó en el rostro de la chica y negó con la cabeza y la mirada en el suelo.

—Ya lo sé, Taehyung —le dijo comenzando a caminar al frente mientras le soplaba al vaso con café en su mano.

—¿Qué? — la miró dudando en si había escuchado bien y siguiéndole por un lado. —¿Lo sabes?

—Si, desde hace un tiempo —le respondió, dándole un sorbo a la bebida caliente mientras evitaba la mirada de su amigo. —Supongo que solo quería escucharlo de ti.

Taehyung retuvo la respiración durante un momento hasta que la escuchó exhalar. Lisa lo miró por apenas un segundo y sonrió tristemente antes de voltear al frente. —… Cuando Jeon y yo estuvimos juntos, supe que seria cosa de una sola vez y estuve bien con eso. Quiero decir, mi primera vez iba a ser con él y yo únicamente quería practicar para estar lista para cuando mi verdadero amor llegara.

》Así que cuando me dijo que no era lo suficientemente buena… dolió. Dolió como un jodido infierno dentro de mi —confesó con los ojos brillosos. —Pero yo dije… "Sí, ese es el tipo de persona que es". Y me cansé de ello —Lisa sonrió como si lo que iba a decir a continuación fuese una estupidez. —Luego… Me pidió disculpas. Fue tan sincero. Dijo que se había sobrepasado y que lo que dijo no era cierto. Que yo era más que suficiente. Me miró a los ojos y supe que era sincero. Y yo pensé… "Bueno, quizás si le gusto. Quizás él no sea un imbécil engreído arrogante como dicen. Quizás esto podría ser algo real".

Taehyung se mordió el labio recordando todo aquello. Y por supuesto que si, era un idiota de primera. Jungkook había tenido razón. Pero en ese entonces, él solo pensaba en su amiga, en que quería lo mejor para ella y que quería verla feliz. Nunca pensó en las consecuencias que traería todo aquello.

—Entonces, no pasó nada —bufó Lisa. —Pasó semanas sin hablarme. No lo entendía pero estaba como: "¿Sabes qué? Tal vez no le gusto, así que voy a dejar de revisar mi celular cada treinta segundos como maldita demente" —se mordió la mejilla interna, intentando retener las lagrimas. —En serio traté de seguir adelante. Y casi lo logré… hasta que comenzó a escribirme de nuevo. Me invitaba a fiestas, contestaba de inmediato, le daba likes a mis fotos en Instagram, incluso comentó algunas. No me dejaba en paz, hasta que aceptaba todas sus invitaciones. Jeon me quería —se rió sarcásticamente y se limpió bruscamente la lagrima que se derramó sobre su mejilla, luego sonrió. —Estaba tan feliz, pensé que mi corazón explotaría de felicidad y ustedes estaban tan cautelosos, pero yo lo sabia.

cliche .kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora