Capitulo II

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Me encontraba almorzardo con Alex cuando de repente se me ocurrió preguntarle si  alguna vez me sería infiel. Son esas preguntas que a veces se te salen sin meditarlo mucho, la clase de cosas que te arrepientes al segundo de haberlas dicho.

Sus dedos, entrelazados a los míos, se aflojaron de repente. Me quedó mirando con ojos fríos y no supe bien cuando empezó a llorar. Me preguntó entre llantos que si yo acaso no confiaba en él, y me sentí la peor basura existente en este mundo. Apreté su muslo y le di un beso, furioso conmigo mismo. Le susurré en el oído que lo sentía hasta que paro de llorar. No me volvió a tomar la mano.

You are mine and I am yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora