Capitulo XI

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Al llegar a mi casa ninguno de mis padres estaba, lo cual me pareció raro de mi madre, ya que ella no trabaja. Decidí subir a mi cuarto el cual estaba hecho un desastre gracias a Kira, mi hurón que estaba "escondido" en el cesto de ropa sucia. Lo saqué de ahí tomándolo del pellejo, a lo cual el chilló, pero en el momento en el que lo iba a regañar me di cuenta que estaba usando el collar que Alex me había regalado hace unas semanas. Me dio un poco de nostalgia. Dejé a Kira en su jaula sin decirle nada y me puse a ordenar mi habitación.

Al terminar de ordenar saqué a Kira de su jaula y me recosté en mi cama junto con él.

No pude evitar las lagrimas que se asomaron en mis ojos. De verdad que no podía parar. Sentí como mi madre había llegado a casa e intenté detener mis lágrima, porque no quería que me viera así, pero aún así no pude. Cuando entró a la habitación lo único que pude hacer fue abrazarla. Pareció sorprenderse, pero se recompuso rápido, porque apretujo sus brazos sin decir nada. Acarició mi cabeza: sin darme cuenta me que dormido.

Al despertar me encontraba en mi cama junto a Kira. Estaba muy bien arropado decidí bajar a ver si mi padre había llegado a casa. Cuando me encontraba en el primer piso escuché unos susurros venir de la cocina. Me acerqué con curiosidad y me detuve en mi lugar para escuchar qué decía.

-Creo que Justin está teniendo problemas con Alex

-¿Con Alex? ¿Cómo es eso posible?
-Bueno... cuando lo estaba acostando decía "no, Alex, no me dejes"
-Tal vez escuchaste mal, probablemente no se han podido ver en estos días y lo extraña mucho, ya sabes cómo se pone cuando no lo ve.
-Sé lo que escuche y no creo creo que sea eso, nunca en toda su relación con Alex lo había visto así. Me preocupa.

Decidí entrar a la sala para saludar a mi padre antes de que pudieran decir algo más. En cuanto me vio supe que tenía intención de preguntarme algo, pero fingí no darme cuenta. Me miraba como si intentara descifrarme, pero solo me preguntó lo que de verdad quería hasta que mamá salió a buscar algo.

- ¿Te pasa algo, hijo?

- No,no me pasa nada.

-¿Seguro? Tu madre me estaba contando que te encontro llorando en tu habitación y-

-Te dije que no es nada-escupí con enojo. No quería que sonara tan alto ni tan grosero, pero sonó exactamente así.- Solo... solo no se metan, ¿si?

Sin darme cuenta le había faltado el respeto a mi padre. Me levanté para salir de ahí y vi a mi madre en la entrada de la puerta, sorprendida. Pensé que mi padre me regañaría pero se limitó a tocarme el hombro y decirme que tal vez debía ir a mi habitación a descansar. Asentí en silencio.

You are mine and I am yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora