Capitulo VIII

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Como todos los días Justin había ido a buscarme a mi casa. Me sentí un poco incómodo en el trayecto al colegio ya que Justin intentó muchas veces tomar mi mano y yo igual quería tomar la suya pero... algo no me dejaba.
Al llegar al colegio nos separamos sin decirnos nada. En el camino a la sala me enconté con un profesor el cual me presento a un alumno nuevo el cual sería mi compañero. Era rubio y de ojos verde claro, media aproximadamente la misma altura que Justin y cuando me dijo que se llamaba Jared no pude evitar pensar en él. En cierto modo se parecía un poco,  menos en el pelo y los ojos pero en su actitud si, sobretodo en eso. La forma en la que me hablaba y me miraba eran intensas como las de Justin, con ese toque sincero.

El profesor me pidió que le mostrará la escuela y fuera "bueno" con él. Intenté negarme pero fue imposible. Durante el día no vi a Justin en ninguna parte, tampoco podía mandarle mensajes ya que mi celular se había apagado y mucho menos podía ir a buscarlo ya que Jared no se apartaba de mí. Era consciente de que era nuevo, pero no dejo de incomodarme. A la hora del almuerzo fui con Jared a la parte trasera de la escuela esperando no encontrarme con Justin ahí. ya que ese lugar era nuestro "lugar feliz", como le dice Justin, ya que ahí fue donde nos dimos nuestro primer beso.

Al salir del colegio decidí esperar a Justin a la salida del colegio ya que seguía sin poder comunicarme con él. Esperé por tanto tiempo que mis manos y mi nariz se habían colocado rojas, pero después de un rato vi a Justin salir. Cuando llego a mi lado le reclamé en voz baja.

-¿Por qué te demoraste tanto? Estoy aquí desde las cinco.

-Nadie te dijo que me esperaras- me dijo con aspereza. Algo se retorció en mi estómago.

-Sí, lo sé, pero... supuse que como me fuiste a buscar está mañana también me irías a dejar a casa.

-Lo siento, pero tengo cosas que hacer así que tendrás que irte solo.

Trague con fuerza mientras asentía. Se sentía como si me hubiese abofeteado.

-Es...está bien.

No sé que le pasaba a Justin, la conversación que tuvimos se sintió tan rara que quise preguntarle si le había pasado algo, pero se fue antes de que siquiera alcanzara a abrir la boca. Me sentí extrañamente ajeno parado ahí afuera, tiritando de frío y mirando a Justin alejarse. Nunca me había sentido tan fuera de lugar. Quería llorar, hacerme bolita y no salir de esa posición nunca. Me fui lo más rápido que pude a casa, al llegar por suerte no estaba mi padre ya que no quería que me viera así nuevamente.

You are mine and I am yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora