Capítulo VII

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Me desperté a la misma hora de siempre para poder ir a buscar a Alex como todos los días. Decidí no decirle nada ya que le tenía un pequeño presente.

Cuando llegue a la casa de Alex toqué el timbre como de costumbre pero nadie salía, ni siquiera su padre. Después de un rato esperando afuera de su casa sentí que la puerta se abría. Vi salir a Eduard, quien me abrazó mientras se acercaba al oído y me dijo "no quiero volver ver a mi hijo llorar por ti". Yo no respondí nada mientras Eduard estaba entrando vi a Álex salir. Pensé que tendría sus ojos hinchados pero estaban normales.

Caminamos al colegio, pero ninguno dijo nada. Intenté tomar su mano en muchas oportunidades, pero fue inúti, era como si él me rechazara. Me sentí muy mal, sentía deseos de abrazalo y decirle que lo amaba

You are mine and I am yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora